Noticias de astronomía y del espacio. (Friso: Felipe Martínez.)

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OBSERVATORIOS ASTRONÓMICOS CIENTÍFICOS
EN CHILE

Tololo, Americano
Las Campanas, América. VLT, Paranal. Europa. ALMA, Internacional.

Los Observatorios son, de Norte a Sur:

II Región de Antofagasta:
- Observatorio Very Large Telescope de Cerro Paranal (ESO - EUROPA)
- ALMA - Gran Conjunto Milimétrico/submilimétrico de Atacama en Chajnantor. (Internacional).
- Cámara del Fondo Cósmico, telescopio de microondas en Chajnantor. (Caltech USA)
- Experimento Pionero de Atacama, APEX, telescopio de microondas en Chajnantor. (Europa)

III Región de Atacama:
- Observatorio Las Campanas (Carnegie USA)

IV Región de Coquimbo:
- Observatorio Interamericano de Cerro Tololo (AURA - USA)
Observatorio Gémini (Consorcio Internacional), cerro Pachón 
- Telescopio SOAR (SOuthern Observatory for Astrophysical Research), cerro Pachón
- Observatorio La Silla (ESO - EUROPA) 

VI Región de Valparaiso:
- Observatorio El Roble (U. de Chile, CHILE)


NOTICIAS:

OBSERVATORIOS EN ALERTA POR INVASIÓN DE SATÉLITES

Diversas constelaciones de satélites de órbitas bajas de empresas privadas como Starlik de SpaceX, destinados a proveer Internet, están amenazando el desarrollo de la astronomía científica y aficionada. Los astrónomos profesionales ya han comenzado a reclamar por una actividad donde aparentemente no existe regulación y que amenaza con convertir en inútiles las enormes inversiones realizadas en el desarrollo de esta ciencia.

Imagen arriba: Satélites de Starlink en camino a sus órbitas definitivas. Crédito: IAU. Haga click para agrandar.

Comunicado institucional del Observatorio Europeo Austral (5 Marzo 2020)

Un nuevo estudio de ESO evalúa el impacto de las constelaciones de satélites en las observaciones astronómicas

Recientemente, la comunidad astronómica ha planteado su preocupación en relación al impacto que podrían tener las megaconstelaciones de satélites en la investigación científica. Para entender mejor el efecto que estas constelaciones podrían tener en las observaciones astronómicas, ESO encargó un estudio científico de su impacto, centrándose en las observaciones con telescopios de ESO en el visible y en el infrarrojo, pero también teniendo en cuenta otros observatorios. El estudio, que incluye un total de 18 constelaciones de satélites en desarrollo por parte de SpaceX, Amazon, OneWeb y otros, que en conjunto ascienden a más de 26.000 satélites [1], ha sido aceptado para su publicación en la revista Astronomy & Astrophysics.

Imagen arriba: Esta imagen con anotaciones muestra el cielo nocturno del Observatorio Paranal de ESO cerca del momento del crepúsculo, unos 90 minutos antes del amanecer. Las líneas azules marcan los grados de elevación por encima del horizonte.

Un nuevo estudio de ESO que analiza el impacto de las constelaciones de satélites en las observaciones astronómicas muestra que unos 100 satélites podrían ser lo suficientemente brillantes como para ser visibles a simple vista durante las horas del crepúsculo (magnitud 5-6 o más brillantes). La gran mayoría de ellos (en la imagen sus ubicaciones están marcadas con pequeños círculos verdes) estarían bajas en el cielo, por debajo de unos 30 grados de altitud, y/o serían bastante débiles. Sólo unos pocos satélites (en la imagen sus ubicaciones están marcadas en rojo) estarían por encima de los 30 grados del horizonte —la parte del cielo donde tienen lugar la mayor parte de las observaciones astronómicas— y serían relativamente brillantes (magnitud de aproximadamente 3-4). En comparación, la estrella Polar (Polaris), tiene una magnitud de 2, que es 2,5 veces más brillante que un objeto de magnitud 3.

El número de satélites visibles disminuye notablemente hacia la mitad de la noche, cuando más satélites caen en la sombra de la Tierra, representada por el área oscura en la izquierda de la imagen. Los satélites situados dentro de la sombra de la Tierra son invisibles. Crédito: ESO/Y. Beletsky/L. Calçada. (Haga click para agrandar).

Imagen arriba: Este diagrama 2D ilustra cómo un observador en una latitud media vería sólo una fracción de la constelación de satélites que orbitan la Tierra. Para ser visibles, los satélites deben estar por encima del horizonte del observador y ser iluminados por el sol. La mayoría de los satélites estarían por debajo del horizonte y/o escondidos por la sombra de la Tierra que, para un observador dado, cubre cada vez más del cielo a medida que avanza la noche.

El estudio constata que grandes telescopios, como el Very Large Telescope (VLT) de ESO y el futuro Extremely Large Telescope (ELT) de ESO, se verán "moderadamente afectados" por las constelaciones en desarrollo. El efecto es más pronunciado para exposiciones largas (de aproximadamente 1000 s), ya que hasta un 3% de las mismas podría arruinarse durante el crepúsculo, es decir, el tiempo entre el inicio del amanecer y la salida del Sol, y el tiempo entre que transcurre entre la puesta del Sol y el anochecer. Las exposiciones más cortas se verían menos afectadas, ya que menos del 0,5% de las observaciones de este tipo sufrirían algún tipo de impacto. Las observaciones realizadas en otros momentos a lo largo de la noche también se verían menos afectadas, ya que los satélites estarían a la sombra de la Tierra y, por lo tanto, no iluminados. Dependiendo del caso científico, el impacto podrían disminuir al hacer cambios en los horarios de operación de los telescopios de ESO, aunque estos cambios tienen un coste [2]. Desde el punto de vista de la industria, una forma eficaz para mitigar los impactos sería oscurecer los satélites.

El estudio también constata que el mayor impacto podría ser en los sondeos de amplio campo, en particular los realizadas con grandes telescopios. Por ejemplo, entre un 30% y un 50% de las exposiciones llevadas a cabo con el Observatorio Vera C. Rubin de la Fundación Nacional de Ciencia de los Estados Unidos (que no una instalación de ESO) se verían "gravemente afectadas", dependiendo de la época del año, el momento de la noche y los supuestos simplificados del estudio. Las técnicas de mitigación que podrían aplicarse en los telescopios de ESO no funcionarían para este observatorio, aunque se están explorando otras estrategias. Se requieren más estudios para comprender plenamente las implicaciones científicas de esta pérdida de datos observacionales y la complejidad de su análisis. Los telescopios de reconocimiento de campo ancho, como el Observatorio Rubin, pueden escanear rastrear amplias partes del cielo de forma rápida, haciéndolos cruciales para detectar fenómenos de corta duración como supernovas o asteroides potencialmente peligrosos. Debido a su capacidad única para generar conjuntos de datos muy grandes y detectar objetivos de observación para muchos otros observatorios, la comunidad astronómica y las agencias de financiación tanto en Europa como en otros lugares han clasificado los telescopios de reconocimiento de campo ancho como una prioridad para los futuros avances en astronomía.

Tanto la comunidad astronómica profesional como la comunidad de aficionados han planteado preocupaciones sobre cómo las megaconstelaciones satelitales podrían afectar las vistas prístinas del cielo nocturno. El estudio muestra que alrededor de 1600 satélites de estas constelaciones estarán por encima del horizonte de un observatorio en la latitud media, la mayoría de los cuales se verán bajos en el cielo (dentro de 30 grados en el horizonte. Por encima de esto —la parte del cielo donde tienen lugar la mayoría de las observaciones astronómicas— habrá alrededor de 250 satélites de constelaciones en un momento dado). Aunque todos ellos estarán iluminados por el Sol al atardecer y al amanecer, cada vez más entran en la sombra de la Tierra hacia la mitad de la noche. El estudio de ESO asume un brillo para todos estos satélites. Con esta suposición, unos 100 satélites podrían ser lo suficientemente brillantes como para ser visibles a simple vista durante las horas del crepúsculo, unos 10 de los cuales estarían en una posición superior a los 30 grados de elevación. Todos estos números se desploman a medida que la noche se oscurece y los satélites caen en la sombra de la Tierra. En general, estas nuevas constelaciones de satélites duplicarían el número de satélites visibles en el cielo nocturno a simple vista por encima de los 30 grados [3].

Estos números no incluyen los trenes de satélites visibles inmediatamente después del lanzamiento. Aunque son espectaculares y brillantes, son de corta duración y brevemente visibles después del atardecer o antes del amanecer, y, en un momento dado, sólo desde un área muy limitada de la Tierra.

El estudio de la ESO utiliza simplificaciones y suposiciones para obtener estimaciones conservadoras de los efectos, que en realidad pueden ser más pequeños que los calculados en el documento. Será necesario realizar un modelado más sofisticado para cuantificar con mayor precisión los impactos reales. Si bien el enfoque se centra en los telescopios de ESO, los resultados se aplican a telescopios similares que no son de ESO que también operan en los rangos visible e infrarrojo, con casos científicos e instrumentación similares.

Las constelaciones de satélites también tendrán un impacto en los observatorios de ondas de radio, milimétricos y submilimétricos, incluyendo el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y el Atacama Pathfinder Experiment (APEX). Este impacto se tendrá en cuenta en estudios posteriores.

ESO, junto con otros observatorios, la Unión Astronómica Internacional (IAU), la Sociedad Astronómica Americana (AAS), la Real Sociedad Astronómica del Reino Unido (RAS) y otras sociedades, está tomando medidas para crear conciencia sobre este problema en foros globales como el Comité de las Naciones Unidas sobre los Usos Pacíficos del Espacio Ultraterrestre (COPUOS) y el Comité Europeo de Frecuencias de Radioastronomía (CRAF). Esto se desarrolla mientras se exploran con las empresas espaciales soluciones prácticas que pueden salvaguardar las inversiones a gran escala realizadas en instalaciones de astronomía de vanguardia basadas en tierra. ESO apoya el desarrollo de marcos regulatorios que, en última instancia, garanticen la coexistencia armoniosa de avances tecnológicos muy prometedores en órbita terrestre baja con las condiciones que permitan a la humanidad continuar su observación y comprensión del Universo.

Notas:
[1] Muchos de los parámetros que caracterizan a las constelaciones de satélites, incluyendo el número total de satélites, cambian con frecuencia. El estudio asume que orbitarán la Tierra un total de 26.000 satélites, pero este número podría ser mayor.
[2] Algunos ejemplos de medidas de mitigación serían: calcular la posición de los satélites para evitar observar en la zona por donde pasará uno; cerrar el obturador del telescopio en el momento preciso en el que un satélite cruza el campo de visión; y observaciones restrictivas a áreas del cielo que están a la sombra de la Tierra, donde los satélites no son iluminados por el sol. Estos métodos, sin embargo, no son adecuados para todos los casos científicos.
[3] Se estima que alrededor de 34.000 objetos de más de 10 cm de tamaño están orbitando actualmente la Tierra. De ellos, alrededor de 5.500 son satélites, incluyendo unos 2.300 funcionales. El resto son desechos espaciales, incluyendo etapas superiores de cohetes y adaptadores de lanzamiento por satélite. Alrededor de 2.000 de estos objetos están por encima del horizonte en cualquier lugar y en cualquier momento. Durante las horas crepusculares, alrededor de 5–10 de ellos son iluminados por el Sol, haciéndolos lo suficientemente brillantes como para ser vistos a simple vista.

Comunicado de prensa de la International Astronomical Union (IAU).

ESTUDIO CIENTÍFICO: El estudio, “On the impact of Satellite Constellations on Astronomical Observations with ESO Telescopes in the Visible and Infrared Domains” ("Sobre el impacto de las constelaciones satelitales en las observaciones astronómicas con los telescopios de ESO en los dominios visible e infrarrojo"), por O. Hainaut y A. Williams, aparecerá en la revista Astronomy and Astrophysics, y está disponible aquí y en arXiv.


ECLIPSE TOTAL DE SOL PASA POR TRES OBSERVATORIOS

La coincidencia no pudo ser más afortunada, la sombra del eclipse total de Sol del 2 de julio 2019, pasó justo por la zona donde se encuentran tres de los primeros observatorios astronómicos científicos que se instalaron en Chile en los años 1960s, los observatorios de La Silla y Las Campanas; y el complejo de Cerro Tololo. El Observatorio de La Silla de ESO aprovechó de culminar la celebración de su 50 aniversario.

MEGATELESCOPIOS DEL FUTURO

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En la avanzada científica:

"OBSERVATORIO EUROPEO AUSTRAL" CUMPLE 56 AÑOS

Conocido popularmente como "la ESO", acrónimo de "European Southern Observatory", es la mayor institución astronómica del mundo y opera cuatro observatorios en Chile.


Logo de la ESO.(5 Octubre 2018) Se conoce como el "European Southern Observatory - ESO" u "Observatorio Europeo Austral - ESO" y sus amigos le decimos "la ESO".

La carta de fundación del ESO se firmó el 5 de Octubre 1962 por la República de Alemania Federal (hoy parte de Alemania), Bélgica, Francia, Holanda y Suecia, con el objetivo de estudiar el cosmos desde el hemisferio sur, al cual los astrónomos europeos no tenían acceso desde sus países.

Imagen arriba: Celebrando sus 54 años, la ESO ha publicado esta nueva imagen de la nebulosa Messier 78, tomada por el telescopio de sondeo VISTA (Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy) de ESO en Paranal, Chile. Combina la luz visible con la luz del infrarrojo cercano, lo que permite a los astrónomos penetrar en las profundidades de la nábula. Messier 78, o M78, es un ejemplo bien estudiado de nebulosa de reflexión. Está situada, aproximadamente, a 1.600 años luz, en la constelación de Orión (el cazador), justo a la izquierda y al norte de Las Tres Marías.

Sus 56 años de historia de éxitos ha llevado al ESO a ser la mayor organización de astronomía científica del mundo. Tiene sedes en Garching, Alemania y en Santiago de Chile, mientras que sus observatorios están en las comunas de La Higuera (La Silla), Antofagasta (Paranal y Armazones) y San Pedro de Atacama (ALMA), en Chile.

Luego de explorar diversos sitios en África del Sur, escogieron a Chile como base para sus instalaciones. Su primer observatorio fue el de Cerro La Silla, construido en la década de los 1960s, en la Región de Coquimbo; posteriormente, el la década de los 1990s, se comenzó a construir su gran observatorio Very Large Telescope - VLT en Cerro Paranal, en la Cordillera de la Costa de la Región de Antofagasta, inaugurado en 1998, es actualmente el mayor observatorio del mundo.

Participa junto a Estados Unidos, Japón y Taiwan, en el Atacama Large Millimeter Array, un conjunto de 64 radiotelescopios que terminó de construirse también en esa región de Chile, pero en la comuna de San Pedro de Atacama, en la Cordillera de Los Andes.

Su nuevo proyecto es el telescopio gigante E-ELT European Extremely Large Telescope, un telescopio de 39 metros facetado, que se construye en Cerro Armazones, cerca de Paranal.

El ESO es una organización internacional que actualmente está integrada por: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. Chile participa como observador.

LA ESO - Información adicional (Oficial)

ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo.

Cuenta con el respaldo de dieciséis países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con el país anfitrión, Chile.

ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos.

ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica.

ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía) trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible.

ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Además, cerca de Paranal, en Cerro Armazones, ESO está construyendo el E-ELT (European Extremely Large Telescope), el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 39 metros que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

Sitios oficiales de la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO):
- En inglés.
- En español.

Artículo oficial sbre las nebulosas de M17 de ESO.


50 Aniversario de la ESO en Chile.

(26 Mayo 2016) Se cumplieron 50 años del comienzo del fuerte vínculo entre Chile y ESO que ha permitido a la astronomía europea y chilena mover las fronteras de la ciencia, tecnología y cultura hacia el futuro.

El 6 de noviembre de 1963, el Gobierno de Chile y el Observatorio Europeo Austral (ESO) firmaron el “Convenio”. Este acuerdo permitió a ESO ubicar sus telescopios bajo los excepcionalmente claros cielos chilenos.

“La colaboración con Chile ha sido solida y duradera. ESO es un puente científico y cultural entre Chile y Europa; Esto ha permitido mirar hacia el futuro y ofrecer grandes beneficios a Chile, a los Estados Miembros de ESO, y por supuesto a la ciencia y tecnología.” dice Tim de Zeeuw, Director General de ESO.

El primer telescopio de ESO, de 1 metro de diámetro, fue instalado en el Observatorio La Silla en 1966, el primer Observatorio de ESO, inagurado por el presidente de Chile (Eduardo Frei Montalva) en 1969. Con el tiempo, el telescopio de 3,6 metros y el New Technology Telescope (NTT), entre otros telescopios fueron construidos en este excelente lugar. Los avances tecnológicos fueron la base para lo que sería el siguiente complejo de ESO en Chile, el Observatorio Paranal.

Paranal fue inaugurado en 1999, y es hogar del VLT, el observatorio óptico/infrarrojo más avanzado del mundo desde donde se han alcanzado los logros astronómicos más importantes de nuestro tiempo. Tambien es hogar de los telescopios de sondeo más poderosos del mundo, VST y VISTA.

Recientemente, y gracias a una alianza con Norteamérica y Asia del Este, y en colaboración con Chile, ESO firmó un acuerdo para construir ALMA, el proyecto astronómico de mayor envergadura del mundo. ALMA consta de 66 antenas milimétricas/submilimétricas y fue inaugurado el 13 de marzo de 2013 por elPresidente de Chile, Sebastián Piñera.

“ESO se ha transformado en un agente proactivo para formar nuevas generaciones de científicos en Chile y en Europa. Esto nos ha permitido estrechar lazos y crear nexos entre nuestras comunidades. Un ejemplo de esto, son los diferentes comités de colaboración que existen en la actualidad. No sólo a nivel científico, si no que también educacional y cultural” dice Fernando Comerón, Representante de ESO en Chile.

Como país anfitrión, Chile se beneficia de un acceso preferencial al tiempo de observación en los telescopios de ESO, permitiendo a los astrónomos chilenos acceder a algunas de las instalaciones de observación más avanzadas del mundo.

En el futuro, ESO y Chile seguirán profundizando esta relación. El Presidente Piñera hizo entrega hace unas semanas de los documentos legales de transferencia de Cerro Armazones al Director General de ESO (vea eso1345). En Cerro Armazones se construirá el próximo proyecto de ESO, el E-ELT, “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

CELEBRAN LOS 50 AÑOS DE TOLOLO

50 Aniversario Tololo.

(03 Septiembre 2013) Con interesantes actividades públicas el Observatorio de Tololo está celebrando sus 50 años en Chile. Esta formidable instalación, una de las más importantes del mundo, surgió de una invitación que hiciera el Director del Observatorio Nacional de Chile, el astrónomo Sr. Federico Rutllant con el apoyo del Gobierno de Chile en 1958 a los astrónomos americanos en un viaje que este realizara a Estados Unidos, para atraerlos a nuestro país, considerando sus ventajas para la astronomía.


LA ASTRONOMÍA EN CHILE

La ventana al Universo que se nos abre cada noche, está limitada por nuestro propio planeta. La forma esférica de la Tierra hace imposible contemplar todo el cielo que la rodea desde un mismo lugar. Es así como desde Chile no podemos ver los astros que rodean el Polo Norte Celeste, como la celebre estrella Polaris, que guió a Cristóbal Colón en su viaje al Nuevo Mundo. Para verla, debemos viajar al hemisferio norte. Del mismo modo, el planeta impide a los habitantes de Europa y de gran parte de Norte América, la visión de la Cruz del Sur y de los astros que rodean el Polo Sur Celeste.

Los astrónomos se encuentran así con un grave problema, no importa donde ubiquen sus telescopios, siempre verán sólo una parte del cielo y si desean estudiar el resto, deben viajar al otro hemisferio a completar sus observaciones.

Importantes objetos astronómicos, tales como el Centro de nuestra Galaxia; los sectores más poblados de la Vía Láctea, como el Brazo de Carina; y dos galaxias vecinas, las Nubes de Magallanes, Grande y Pequeña, se ubican en el hemisferio sur del cielo, por lo que los astrónomos de América del Norte y Europa han debido desplazarse a este hemisferio para estudiarlos.

El primer astrónomo científico que llegó a Chile, fue el estadounidense James M. Gilliss, que en 1847 instaló un observatorio en el Cerro Santa Lucía, de Santiago. Los equipos que esta expedición dejó atrás, formaron la base del que sería nuestro Observatorio Nacional, dependiente de la Universidad de Chile.

"UNA SEMILLA QUE DIO FRUTOS EN UNA TIERRA ARIDA" 1

Después de la Segunda Guerra Mundial, surgió en forma independiente entre los astrónomos de Europa y Estados Unidos, la idea de establecer observatorios en el hemisferio sur, con el objeto de estudiar el universo en su totalidad. Al comienzo los europeos consideraron su instalación en el sur de África, pero luego que supieron de las bondades del Desierto de Atacama, no dudaron en cambiarse a Chile.

Fueron los astrónomos chilenos, quienes convencieron a sus colegas norteamericanos y europeos, de las ventajas que tiene el Desierto de Atacama en Chile para la astronomía, allí podrían encontrar la claridad de los cielos y el aislamiento que necesitaban; además de un país con una infraestructura en desarrollo, cierta estabilidad política y un pueblo amable y hospitalario.

En 1958 el director del Observatorio (Astronómico) Nacional, que operaba la Universidad de Chile, Profesor Federico Rutlant visitó Estados Unidos, donde conoció al astrónomo holandés norteamericano Gerard P. Kuiper del Observatorio de Yerkes de la U. de Chicago, con quién acordaron estudiar la colaboración con la U. de Chile para la construcción de un observatorio en Chile. Al año siguiente el mismo Kuiper visitó Chile cimentando la colaboración académica. Investigaciones posteriores señalaron las ventajas de algunos cerros cercanos a Vicuña, especialmente el cerro Tololo, una cumbre de 2.200 metros, en la IV Región de Coquimbo.

Ventajas para la astronomía

Chile es sede de 5 importantes observatorios astronómicos internacionales, pertenecientes a tres institutos americanos y europeos: Cerro Tololo y en el vecino cerro Pachón (Géminis Sur y SOAR); y Las Campanas, pertenecen a consorcios liderados por instituciones universitarias y científicas norteamericanas; y los observatorios de La Silla y VLT de Paranal, pertenece a un consorcio intergubernamental científico europeo. Estos grandes observatorios, han sido protagonistas fundamentales del enorme avance que la astronomía ha tenido en los últimos años y son en conjunto, forjadores de un inapreciable aporte a la humanidad del que nuestra nación es parte.

Chile también se beneficia con las grandes inversiones, sin retorno de capital, que en ellos se realizan; con las facilidades para los científicos nacionales en el uso de los más modernos instrumentos para la astronomía ubicados en estos observatorios y la oferta de trabajo para profesionales chilenos calificados. Además del reconocimiento de las grandes naciones involucradas en la gran aventura del conocimiento.

Hay tres razones fundamentales, que explican la presencia de estos centros científicos en las desoladas cumbres de nuestro territorio: La forma de la Tierra; la sequedad y estabilidad atmosférica del Desierto de Atacama; y el desarrollo y la hospitalidad que los extranjeros encuentran en nuestro país.

En los lugares escogidos para la ubicación de los observatorios existe una gran estabilidad atmosférica, producto de la cercanía del mar. Además la extrema sequedad del desierto, generada por la existencia de la corriente de Humboldt, la altura de la meseta desértica y su ubicación entre dos grandes cordilleras, de la Costa y los Andes, lo que permite una gran cantidad de noches despejadas con poca nubosidad y baja humedad relativa.

Gracias a su aislamiento, con pocos habitantes, la polución luminosa es muy baja. Situación que está cambiando, especialmente para Tololo, el Géminis y el VLT debido al aumento de la luminosidad de La Serena, Vicuña y Antofagasta.

Autor: Jorge Ianiszewski, Escritor Científico

(1): Hugo Moreno, Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica.

EL TELESCOPIO CASSEGRAIN

Los telescopios que hoy se utilizan mayoritariamente en los grandes observatorios, captan la luz que llega de los astros con un espejo parabólico cóncavo (primario o M1), éste refleja la imagen hacia un segundo espejo (secundario o M2) convexo hiperboloide más pequeño ubicado a cierta altura frente a él, que a su vez la reflejará hacia los instrumentos detectores, generalmente cámaras CCD o espectroscopios ubicados tras el espejo primario. La luz estelar pasa a través de un orificio abierto en el centro del espejo principal. Esta configuración fue inventada el siglo XVII por el profesor de escuela francés, Sieur Guillaume Cassegrain, de quien se conoce muy poco. Como se comprenderá, mientras mayor sea el espejo, tendrá una superficie mayor y el telescopio podrá captar más luz, y más detalles, del objeto observado. Cuando se habla de un telescopio de 4 metros, queremos decir que el diámetro de su espejo principal es de 4 metros.

La distancia focal del telescopio, que ve desde su espejo primario y el plano focal del foco Cassegrain queda así reducida a la mitad, y el telescopio no necesita tener un gran tamaño, pues un telescopio de 16 metros de distancia focal, puede tener en realidad 8 metros de largo.

EL FOCO NASMYTH

La montura del tipo Alt-Acimut de los telescopios actuales, que permite que el instrumento gire en dos ejes: en el horizontal, en todas las direcciones de los puntos cardinales (o de acimut); y en el vertical que suba o baje en alturas, de modo de seguir a los objetos observados y compensar el movimiento de rotación de la Tierra. Debido a este movimiento de nuestro planeta nos da la impresión que los objetos astronómicos trazan arcos aparentes en el cielo.

Esta montura permite ubicar instrumentos pesados en los ejes de altura del telescopio; mediante un tercer espejo plano (terciario o M3) ubicado en el camino de la luz es posible desviarla, antes de que alcance el foco Cassegrain, hacia estos instrumentos por aperturas en los ejes.

EL FOCO COUDE

Esquema óptico del telescopio VLT. Algunos telescopios, como los VLT de Paranal, tiene la posibilidad de llevar la luz estelar a instrumentos ubicados a decenas de metros del telescopio mediante varios espejos que recogen la luz del espejo terciario - M3. Para llegar al Foco Coude de una unidad VLT, se requiere un total de 8 espejos.

Imagen: Esquema óptico del telescopio VLT. ESO

Imagen abajo: Estructura alt-acimut del Gran Telescopio de Canarias, se aprecian sus focos Nasmith y Cassegrain.

Estructura del Gran Telescopio Canarias, se aprecian sus focos Nasmith (verde oscuro) y Cassegrain doblados (plateados).


OBSERVATORIOS ASTRONÓMICOS TURÍSTICOS EN CHILE

Los aficionados e interesados en la astronomía también pueden aprovechar las enormes ventajas que tiene el norte de Chile para la astronomía, para ello se han abierto varios observatorios comunales y de empresas turísticas que ofrecen sus instalaciones a los visitantes.

Observatorio Cruz del Sur El Observatorio Collohuara. El Observatorio Mamayuca.

De Norte a Sur:

Región de Coquimbo:
Observatorio Municipal Mamayuca, Municipalidad de Vicuña
Observatorio Municipal Collohuara, Municipalidad de Andacollo
Observatorio Municipal Cruz del Sur, Municipalidad de Combarbalá.

Región del Libertador Bernardo O'higgins:
Observatorio Cerro Chamán, Viña Santa Cruz.

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