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LA CONTAMINACIÓN LUMINOSA

Así se ilumina. Foto: National Geographic. Una de las alteraciones del medio ambiente que crece más rápidamente son los niveles de iluminación en el medio nocturno provocado por la luz artificial. La contaminación lumínica, cuya manifestación más evidente es el aumento del brillo del cielo nocturno por reflexión y difusión de la luz en los gases y partículas del aire, provoca numerosos y perjudiciales efectos económicos, sociales, sanitarios, culturales y medioambientales de gran trascendencia: tales como el aumento del gasto energético y económico de forma superflua por parte de los municipìos, intrusión lumínica en los hogares, encandilamiento y alteraciones de la salud, inseguridad vial, daño a los ecosistemas nocturnos y degradación del cielo nocturno.

Sin embargo, el problema de la contaminación lumínica no es la consecuencia inevitable del alumbrado público, logro incuestionable y necesario, ya que es posible darle solución iluminando de forma adecuada y eficiente, al evitar la emisión de luz directa a la atmósfera y emplear la cantidad de luz estrictamente necesaria, dirigiéndola allí donde necesitamos ver: hacia el suelo.

El esfuerzo en busca de la eficiencia energética y la disminución de los gastos de electricidad, que recargan las redes de distribución, en época de escasez energética, pasa necesariamente por reducir y racionalizar el exceso de iluminación callejera, como ya se ha hecho en la Municipalidad de Las Condes, en Santiago.

Este ahorro, permitirá reorientar recursos económicos hacia la educación y la salud, mejorando la calidad de vida de los vecinos y reduciendo la delincuencia de una forma más eficiente y permanente.

El gasto innecesario de electricidad para iluminar calles y plazas a toda potencia en momentos en que nadie las utiliza, o monumentos y carteles publicitarios en horas donde nadie los observa, es un insulto ante la gravedad de los problemas que trae el calentamiento global a la humanidad y de los esfuerzos que se hacen para disminuir las emisiones de gases de invernadero. En Chile más del 60% de la electricidad es generada por plantas termoeléctricas que funcionan quemando gas natural, diesel o carbón, por lo que generan grandes cantidades de gases de invernadero y otros contaminantes.

Un dramático efecto de la contaminación luminosa es la imposibilidad de observar los astros, salvo los más brillantes, ya que son opacados por la atmósfera iluminada por las luces artificiales de las ciudades. Esto está privando a varias generaciones de disfrutar y conocer el firmamento, quitando a los habitantes de las ciudades la posibilidad de contemplar el universo.


CONTAMINACIÓN LUMÍNICA: HÁGASE LA NOCHE

EL CIELO COMO PATRIMONIO

Cielo nocturno en la isla de La Palma. Imagen: Laura Chaparro. Hace más de cien años que la luz artificial iluminó una calle por primera vez y las ciudades emprendieron una carrera para ser las primeras en iluminación nocturna. Hoy, astrónomos y biólogos denuncian las altas tasas de contaminación lumínica en España. Solo La Palma goza de una bóveda limpia, gracias a los más de 20 años de su Ley del Cielo, establecida poco después de que la isla albergara el Observatorio del Roque de Los Muchachos. Las demás regiones apenas cumplen la legislación, obviando las consecuencias biológicas, económicas y sanitarias que acarrea.

Imagen: Cielo nocturno en la isla de La Palma. Imagen: Laura Chaparro.

(SINC - Reportaje de Laura Chaparro | 25 octubre 2012) Cuando llega la medianoche, como si de un cuento de hadas se tratase, las calles de los núcleos urbanos de la pequeña isla canaria de La Palma se tiñen de color anaranjado. En ese momento, los letreros y la iluminación decorativa dejan de funcionar y la oscuridad va dominando por completo la noche. Solo así los vecinos pueden disfrutar de su más preciado patrimonio: el cielo estrellado.

“En la Península debes buscar lugares altos, con pocas lluvias, laderas suaves y vientos laminados por el mar o el océano para poder ver cielos oscuros”, explica a SINC Francisco Javier Díaz Castro, jefe de departamento de la Oficina Técnica para la Protección de la Calidad del Cielo, del Instituto de Astrofísica de Canarias (OTPC-IAC). La contaminación lumínica se ha convertido en el peor enemigo de astrónomos aficionados y de cualquier ciudadano, que apenas distingue estrellas entre las farolas y los edificios de las ciudades en las que habita.

Pero este tipo de residuos luminosos no solo dificultan las observaciones astronómicas. El derroche energético que abunda en las grandes ciudades priva a los vecinos del derecho a una noche oscura, lo que influye en su estado de salud. También produce desequilibrios biológicos en algunos animales que durante la noche realizan sus acciones vitales: la luz se lo impide.

Enjambre normativo

Esta contaminación, de la que apenas se tiene conciencia —tal y como denuncian los expertos— hace referencia al resplandor luminoso nocturno producido por la difusión de la luz en los gases, aerosoles y partículas en suspensión en la atmósfera. Este altera las condiciones naturales de las horas nocturnas y dificulta las observaciones astronómicas de los objetos celestes, tal y como se recoge en la Ley de calidad del aire y protección de la atmósfera (34/2007).

Las administraciones locales y autonómicas han desarrollado normas para conservar cielos limpios pero su aplicación resulta muy desigual. “Existe una variedad de normas sobre la misma problemática que debería ser atajada con una estatal para evitar que en unas comunidades se consienta contaminar más que en otras”, declara a SINC Josep María Ollé, técnico municipal de alumbrado público de Reus y delegado del Comité Español de Iluminación en Cataluña.

Las provincias catalanas, junto a Baleares, Navarra, Comunidad de Madrid, Cantabria, Andalucía, Extremadura y Castilla y León se rigen por normas propias. Pero, a pesar de los esfuerzos que están haciendo, sus cielos no son necesariamente los más oscuros del país. “Los más limpios no lo son gracias a ninguna normativa autonómica o local sino a que pertenecen a zonas que no han sido urbanizadas y están bastante lejos de núcleos urbanos”, añade Ollé. De este modo, puntos de Castilla La Mancha, Extremadura, la cornisa cantábrica y los Pirineos seguirían a La Palma en el ranking de mejores bóvedas celestes del país.

La Ley del Cielo de La Palma, de 1988, además de proteger el entorno sirve para ahorrar energía Lo que diferencia la pequeña isla canaria de las demás es que, además de su privilegiada ubicación y orografía –en pleno océano Atlántico y con un característico ‘mar de nubes’ que actúa como aislante entre los centros urbanos y los puntos más altos de la isla– tiene una Ley del Cielo con más de 20 años de antigüedad.

“Sirve para garantizar la calidad del cielo para su uso científico”, indica Díaz Castro. La ley se creó en 1988, tres años después de la inauguración en la isla del Observatorio del Roque de los Muchachos. Este centro, dependiente del Instituto de Astrofísica de Canarias, tiene la mayor concentración de telescopios del hemisferio norte del planeta y alberga el mayor telescopio óptico del mundo, el Gran Telescopio Canarias.

Con el paso de los años se ha comprobado cómo, además de proteger el cielo, la norma servía para ahorrar energía, “lo que ha animado a gobierno y autonomías a legislar con esta base”, añade el investigador del OTPC-IAC.

Apagar luces

Sin embargo, los logros de la última década se han visto frenados por el contexto de crisis económica y financiera. Aunque es cierto que el parón económico ha disminuido el consumo –y con ello la producción y el gasto energético– las administraciones no están llevando a cabo medidas que les suponga un desembolso.

Solo deben alumbrarse las vías, no los edificios, y sustituir la luz blanca por la anaranjada “Si hay coste económico, sencillamente no se hace nada”, reconoce Ollé. “Los técnicos municipales solo estamos siguiendo instrucciones de apagar las luces que no sean estrictamente necesarias, lo que reduce la contaminación lumínica”, asegura el técnico de Reus.

Contra la sobreiluminación, los expertos recomiendan que el alumbrado no tenga una proyección horizontal sino vertical y siempre dirija la luz de arriba abajo. Únicamente deben alumbrarse las vías –no los edificios– y con la intensidad necesaria, sustituyendo la luz blanca por la anaranjada. De hecho, las extendidas luces blancas LED con componentes azulados no son recomendables porque producen mayor resplandor en el cielo. Lo ideal es su sustitución por focos más cálidos, como luces de sodio de baja y alta presión, y diodos LED ámbar.

Estas medidas son obligatorias en las nuevas instalaciones de alumbrado exterior, ya sean públicas o privadas, puesto que deben cumplir un reglamento de eficiencia energética, aprobado en 2008 y promovido por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. La norma limita así el resplandor luminoso pero, como ocurre con las demás reglas, no se está cumpliendo al 100%. “Depende de las personas responsables –políticos, técnicos, funcionarios– controlar el cumplimiento de las normativas urbanísticas en cada municipio”, señala Ollé.

Derecho a un cielo puro

Diferentes organismos internacionales llevan décadas prestando atención a este problema. La UNESCO, en su Declaración Universal de los Derechos de las Generaciones Futuras de 1997, califica de ‘derecho’ la oscuridad que estamos perdiendo. “Las personas de las generaciones futuras tienen derecho a una Tierra indemne y no contaminada, incluyendo el derecho a un cielo puro”, indica. La UNESCO califica de ‘derecho’ la oscuridad que estamos perdiendo

La UNESCO califica de ‘derecho’ la oscuridad que estamos perdiendo En esta línea, la agencia de las Naciones Unidas creaba, en 2003, la Iniciativa Temática sobre Astronomía y Patrimonio Mundial. Su objetivo es relacionar ciencia y cultura al reconocer, de forma expresa, aquellos lugares desde donde se realizan observaciones astronómicas.

De forma independiente a la iniciativa de la UNESCO, un grupo de expertos internacionales fundaba el programa Starlight para defender los valores del cielo nocturno como patrimonio de la Humanidad. La Rioja y La Palma han conseguido sendas certificaciones del sello internacional, lo que acredita la buena calidad astronómica de sus cielos.

Pero si hablamos de cielos, hay un país que destaca con diferencia sobre los demás: Chile. Algunas zonas, como el cerro Armazones, en Antofagasta, al norte del país, cuentan con más de 320 noches despejadas al año. Eso, unido a la estabilidad atmosférica, lo convierten en el escenario ideal para ubicar a la mayor ‘competencia’ del Gran Telescopio Canarias: el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT). Será el mayor telescopio óptico del mundo y su presencia, junto con dos nuevos aparatos, convertirá al país en la capital mundial de la astronomía, al poseer en su superficie el 60% de los instrumentos del globo terráqueo. Hay que alejarse 200 kilómetros de las grandes ciudades para poder contemplar un cielo estrellado más o menos limpio

Hay que alejarse 200 kilómetros de las grandes ciudades para contemplar un cielo estrellado limpio

Desapego con el entorno

“Hemos logrado cambios masivos de luminarias en la gran mayoría de las poblaciones del norte de Chile gracias a la existencia de la norma lumínica (el Decreto Supremo Nº 686/98)”, afirma a SINC Pedro Sanhueza, director de la Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile (OPCC). “Han colaborado las grandes empresas mineras y los vecinos, que han mostrado una disposición muy favorable porque valoran mucho la astronomía”, subraya.

Mientras tanto, aquí tenemos que alejarnos unos 200 kilómetros de las grandes ciudades para poder contemplar un cielo estrellado más o menos limpio o conformarnos con aplicaciones de smartphones que nos explican lo que no vemos. “En Madrid o Santiago de Chile nos perdemos un paisaje que nos ha acompañado desde los albores de la humanidad y que ha sido fuente de inspiración en muchos ámbitos, lo que provoca un mayor desapego con la naturaleza”, se lamenta Sanhueza.

UN RIESGO PARA LA SALUD

(ALTERACIÓN DE LOS RELOJES BIOLÓGICOS)

Además del derroche energético, la contaminación lumínica afecta negativamente a nuestro organismo. La clave está en la melatonina, una sustancia química que sirve para que los relojes biológicos ‘estén en hora’. Esta hormona, que se segrega durante la noche, deja de producirse cuando el ser vivo se expone a una luz artificial brillante –como las extendidas luces blancas led–, lo que genera y agrava muchos problemas de salud. «Se trata de enfermedades asociadas a la alteración de los ritmos biológicos y, en particular, al ritmo de sueño-vigilia.Hablamos de insomnio, depresión, envejecimiento acelerado, reducción de la fertilidad, obesidad, diabetes, trastornos cognitivos y algún tipo de cáncer», detalla Juan Antonio Madrid, director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad deMurcia.

Sin embargo, esta última relación no está demostrada. No existen estudios que vinculen la falta de melatonina con la aparición de tumores en seres humanos. «A nivel experimental, sobre todo en estudios in vitro con líneas celulares derivadas de tumores mamarios humanos, se ha demostrado que la melatonina inhibe la proliferación de estas células y su capacidad para metastatizar –propagar el tumor–, pero no hay ningún estudio que demuestre este papel en humanos», recalca Emilio J. Sánchez-Barceló, responsable del grupo de investigación sobre melatonina y cáncer mamario de la Universidad de Cantabria. Este equipo demostró, en un estudio publicado en la revista ‘Cancer Letters’, que, en ratas, el crecimiento de tumores mamarios inducidos eramayor cuando los animales se exponían a contaminación lumínica durante la noche que si permanecían en un ciclo ‘normal’ de oscuridad.

En este y otros artículos científicos, la contaminación lumínica se asocia a la actividad laboral nocturna. Tanto la Asociación Médica Americana como la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer han publicado sendos informes advirtiendo de riesgos para la salud. «Hay evidencias a favor de que la exposición a luz de una cierta intensidad durante la noche pueda considerarse un riesgo para la salud», asegura Sánchez-Barceló.

Apesar de estas advertencias, los residuos luminosos nocturnos apenas preocupan a la sociedad. «La labor que tenemos por delante es larga y difícil ya que, a diferencia de la contaminación del agua o del aire, casi nadie piensa que la luz nocturna sea un problema», admite Madrid.


Astrónomos del mundo, uníos:
 
IAU QUIERE RECUPERAR LA NOCHE
 
Acuerdan proteger la oscuridad de la noche o instaurar la cultura de una iluminación artificial eficiente, devolviendo el cielo nocturno a la humanidad.
Afiche de StarLight

(31 Agosto, 2009 - IAC -IAU - CA) La Unión Astronómica Internacional (IAU) ha ratificado en su XXVII Asamblea General los principios de la Declaración Starlight, adoptada en abril de 2007 en la isla de La Palma. La resolución fue aprobada por unanimidad en Brasil y simboliza un paso más en la lucha por la defensa del cielo nocturno y el derecho a observar las estrellas. Además, este hecho supone un importante hito en relación a los objetivos trazados por el Instituto de Astrofísica de Canarias en el presente Año Internacional de la Astronomía 2009.

Entre estos principios, la resolución apoya, decididamente, que el cielo nocturno debe ser protegido y considerado como un derecho cultural y ambiental. En la noche, el firmamento ha sido siempre y, sigue siéndolo, una fuente de inspiración para la humanidad. Su contemplación representa un elemento esencial en el desarrollo del pensamiento científico de todas las civilizaciones. Es por ello que, además, la IAU considera que la difusión de la Astronomía y sus valores culturales deben ser contenidos básicos a incluir en las distintas actividades educativas.

Asimismo, se apuesta por una iluminación artificial más controlada ya que llega a tener efectos adversos en los humanos y, sobre todo, en otros tipos de seres vivos, en sus ecosistemas y en el paisaje. Por ello, la IAU insta a un uso inteligente de la iluminación artificial que minimice su brillo en el cielo. Con el uso eficiente de la energía se cumplen los compromisos contraídos con el cambio climático y con la protección del entorno.

Otra cuestión es alentar a que el cielo nocturno sea uno de los puntos clave para llevar a cabo un turismo responsable, un recurso para proteger y poner en valor todos los destinos. Por último, la resolución insta explícitamente a los miembros de la IAU a promover la protección de los cielos nocturnos a todos los niveles: local, nacional e internacional.

La IAU (International Astronomical Union) es una agrupación que engloba a las diferentes sociedades astronómicas nacionales. Su misión es promover y salvaguardar la ciencia de la Astronomía en todos sus aspectos a través de la cooperación internacional. Fue creada en 1919. En la actualidad tiene 9.255 socios individuales, principalmente profesionales de la Astronomía con el grado académico de doctor, y 64 socios nacionales, es decir, países afiliados.

Aunque de bajo perfil, la IAU se hizo conocida mundialmente luego que en su Asamblea General anterior, celebrada en Praga, quitaran a Plutón el rango de planeta que anteriormente tenía, lo que ha provocado un gran malestar entre muchas personas y astrónomos, especialmente estadounidenses.

Más sobre Starlight...

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“LA HORA DEL PLANETA”.

Para el último sábado de Marzo de todos los años, de 20:30 a 21:30, se celebra “La Hora del Planeta” apagando todas las luces. Esto, para llamar la atención sobre el cambio climático global y llegar a compromisos concretos en esta materia.

Peter Hartmann, Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida. afirmó:

Por supuesto que apoyamos esta iniciativa, la cual quisiéramos que sea además una instancia de reflexión sobre nuestro actuar de consumidores de energía. Con menos consumo irresponsable evidentemente se requiere menos generación y por ende menos destrucción ambiental (cultural y social incluidas). No hay que olvidar que pretenden convertir a Aysén, en bodega energética y “pila de Chile” con la excusa de que el país necesita esa energía, cuando en realidad es para las nuevas mineras transnacionales ubicadas en la IIIª y IVª Región y que aportan poco o nada al desarrollo nacional.

Por eso, ante algún proyecto energético, vale siempre hacernos la pregunta: ¿Para que y quienes será esa energía cuyos costos nos quieren cargar a quienes poco y nada seremos beneficiados y que por cierto terminamos pagando las “externalidades”. ¿Energía para ser derrochada, convertida en basuras? ¿Energía para horas y horas de mirar farándula y “droga enchufable”, para artificializar malls y otros mega-edificios olvidando hasta la existencia del sol ? ¿Energía para convertirla en humo? ¿ Energía para que las transnacionales nos roben hasta el último gramo de mineral ? ¿Energía para enviarle a esas mismas transnacionales al otro lado de la frontera como en Pascua Lama ?

Igual y para ser consecuentes, no debemos olvidar que el ahorro de energía empieza en casa (y nuestro lugar de trabajo) donde fácilmente podemos reducir las cuentas hasta en 25%, reemplazando ampolletas incandescentes por fluorescentes compactas, desconectando equipos “vampiros” (entre ellos los transformadores de celulares, cámaras y los computadores) que al no ser usados siguen consumiendo y mejorando el aislamiento, evitando fugas de calor.

Por cierto vale también preguntarnos si necesitamos realmente mas de algún electrodoméstico, mas de algún viaje en auto, mas de algún viaje en avión…

A continuación un recetario para ser parte de la solución (aparte de lo ya puesto arriba) y que sacamos de www.climatecrisis.net y del Nacional Geograhic de marzo (www.ngenespanol.com):

Recicle mas, revise la presión de sus neumáticos, use menos agua caliente, evite productos con mucho envoltorio, ajuste termostatos (en menos tº), plante árboles, seque ropa al viento y sol, utilice aparatos eléctricos ahorradores, use transporte público, bicicleta o camine, mejore el rendimiento de su vehiculo y/o cámbielo por uno mas eficiente, ponga vidrio doble o ventanas dobles y cortinas, tape rendijas y ranuras, abra lo menos posible el refrigerador y ubiquelo en un lugar fresco (es el aparato mas consumidor de la casa), use energías sustentables- renovables; saquele provecho al sol, viento, mareas, olas, volcanes que tiene cerca, viva cerca de su trabajo y estudio, evite el aire acondicionado, viva en vivienda bioclimática, no use calentadores boiler, consuma leña seca.

Aplicando estas recetas , no pierde nada y ayuda a reducir el crecimiento de emisiones globales (según un estudio de McKinsey hay un potencial de 50%),


Artículo:
 
UN MUNDO SIN NOCHES
 
Los daños ecológicos de la luz artificial. Un artículo del National Geographic en Español, escrito por Verlyn Klinkenborg.


Vista de la Ciudad de México desde el mirador de la Torre Latinoamericana. (22 Dic. 2008, NGEspañol) Si el hogar del ser humano de verdad estuviera bajo la luz de la luna y las estrellas, nos internaríamos en la oscuridad con gusto; el mundo de la noche nos sería tan visible como para el vasto número de especies nocturnas del planeta. Sin embargo, somos criaturas diurnas, con ojos adaptados a la vida bajo la luz del sol. Este es un hecho evolutivo básico, aunque muchos de nosotros no nos concibamos como tales. Aun así, esta es la única manera de explicar lo que hemos hecho a la noche: llenándola de luz, la rediseñamos para que nos dé cabida.

Imagen: Vista de la Ciudad de México desde el mirador de la Torre Latinoamericana. Foto de Adam Wiseman

Este tipo de diseño no difiere mucho de aquel con el que construimos presas en los ríos. Sus beneficios presuponen consecuencias –que se traducen en contaminación lumínica–, y sus efectos apenas comienzan a estudiarse. En general, la contaminación lumínica es resultado de una iluminación mal planeada, la cual permite que la luz artificial brille hacia afuera y hacia arriba, en dirección al cielo; en vez de esto, debería concentrarse hacia abajo. Esta desvanece la oscuridad y altera radicalmente los niveles de luz –así como sus ritmos–, a los cuales muchas formas de vida, incluida la nuestra, se han adaptado. Cada vez que la luz humana se desborda en el mundo natural, algún aspecto de la vida –la migración, la reproducción, la alimentación– se ve afectado.

Durante gran parte de la historia humana, el término “contaminación lumínica” no habría tenido sentido. Hoy en día, la mayor parte de la humanidad vive bajo domos intersecados de luz que se refleja y se refracta, de rayos dispersos que provienen de ciudades, suburbios, de carreteras y fábricas demasiado alumbrados. Casi en su totalidad, la noche europea es una nebulosa de luz, así como la mayor parte de la de Estados Unidos y toda la de Japón. En el Atlántico del sur, el brillo de una sola flota de pescadores de calamar, que atraen a sus presas con lámparas de halogenuro metálico, se puede ver desde el espacio ya que su luz, de hecho, brilla más que la de Buenos Aires o Río de Janeiro.

En muchas ciudades, parece que el cielo se ha quedado sin estrellas, las cuales han sido sustituidas por una bruma vacía que refleja nuestro miedo a la oscuridad y recuerda el fulgor de una apocalíptica novela de ciencia ficción. Nos hemos acostumbrado tanto a esta omnipresente bruma naranja que la antigua gloria de las noches oscuras –tan negras que el planeta Venus proyectaba sombras sobre la Tierra– está mucho más allá de nuestra experiencia, casi más allá de la memoria. Y aun así, por sobre el pálido cielo raso de la ciudad, se extiende el universo: un fulgurante racimo de estrellas, planetas y galaxias que brillan en una oscuridad de apariencia infinita.

Hemos alumbrado la noche como si fuese un terreno baldío, lo que no podría estar más alejado de la realidad. Tan sólo entre los mamíferos, la cantidad de especies nocturnas es asombrosa. La luz es una fuerza biológica poderosa; funciona como un imán para muchas criaturas. Su influencia es tan poderosa que los científicos sostienen que las aves canoras y las marinas son “encandiladas” por reflectores en tierra o por la luz de las balizas de gas de las plataformas petroleras marinas, lo cual las hace dar vueltas y vueltas hasta que caen. Al migrar de noche, las aves son proclives a chocar con edificios altos y muy alumbrados.

Por supuesto, los insectos se amontonan alrededor de los faroles, por lo que muchas especies de murciélagos se han habituado a alimentarse en ellos. En algunos valles de Suiza, el murciélago pequeño de herradura comenzó a desaparecer tras la instalación de alumbrado público, quizá porque estos valles de pronto se llenaron de murciélagos enanos atraídos por la luz. Otros mamíferos nocturnos –incluidos roedores del desierto, murciélagos de la fruta, zarigüeyas y tejones– se alimentan con más precaución bajo el permanente fulgor nocturno, ya que se han convertido en blancos más fáciles para sus depredadores.

Algunos pájaros –mirlos y gorriones, entre otros– cantan a deshoras en presencia de luz artificial. Los científicos han determinado que los días artificialmente largos –y las noches artificialmente cortas– provocan reproducción temprana en una amplia variedad de aves. Y dado que los días más largos causan periodos de alimentación más extensos, también pueden trastornar los patrones de migración. Una población de cisnes de Beckwick, que invernaba en Inglaterra acumuló grasa más rápidamente de lo habitual, lo que los condujo a adelantar su migración a Siberia. Partir antes podría significar llegar cuando las condiciones de anidamiento aún no son óptimas.

En época de desove, las tortugas marinas, que muestran preferencia natural por las playas oscuras, encuentran cada vez menos lugares donde anidar. Sus crías se ven atraídas por los horizontes más brillantes y con mayor reflexión de luz y, se confunden con el alumbrado artificial que está detrás de la playa. Tan sólo en Florida, las pérdidas en crías de tortuga suman cientos de miles cada año. Las ranas y los sapos que viven cerca de carreteras muy alumbradas sufren de niveles lumínicos nocturnos hasta un millón de veces más intensos que los normales, lo que desequilibra casi todos los aspectos de su comportamiento, incluyendo los cánticos corales nocturnos de los sapos en época de reproducción.

De todos los tipos de contaminación que enfrentamos, la lumínica quizá sea la más fácil de remediar. Unos cambios sencillos en los diseños y la instalación de alumbrado se traducirían en cambios inmediatos en la cantidad de luz que se dispersa a la atmósfera y, en muchas ocasiones, en un ahorro inmediato de energía.

Alguna vez se pensó que esta alteración sólo afectaba a los astrónomos, quienes necesitan observar el cielo nocturno en toda su gloriosa claridad y, de hecho, algunos de los primeros esfuerzos de la sociedad civil para controlar la contaminación lumínica –en Flagstaff, Arizona– se llevaron a cabo para cuidar la vista desde el Observatorio Lowell, que se alza por encima de aquella ciudad. En 2001 se declaró la primera ciudad internacional de cielo oscuro. Para este momento, los esfuerzos por controlar la contaminación lumínica se han extendido alrededor del mundo. Más y más ciudades, e incluso países como la República Checa, se han comprometido a reducir la iluminación no deseada.

A diferencia de los astrónomos, la mayoría de nosotros podría no necesitar una visión ilimitada del cielo nocturno; pero como muchas otras criaturas, sí necesitamos la oscuridad, la cual es tan esencial para nuestro bienestar biológico, para nuestro reloj interno, como la luz misma. La oscilación regular entre la vigilia y el sueño en nuestras vidas –uno de nuestros ritmos circadianos– es tan fundamental para nuestro ser que alterarlos es como alterar la gravedad.

Durante casi todo el último siglo, hemos llevado a cabo un experimento abierto con nosotros mismos al alargar el día, al acortar la noche y provocar cortocircuitos en la respuesta sensible del cuerpo humano a la luz. Las consecuencias de este nuevo y alumbrado mundo se perciben con más claridad en criaturas menos adaptables que viven bajo el resplandor periférico de nuestra prosperidad. Sin embargo, la polución lumínica también podría cobrarle una factura biológica a los humanos. Al menos un estudio reciente ha sugerido una relación directa entre el incremento de los niveles de cáncer de mama en las mujeres y la brillantez nocturna de sus vecindarios.

Al final, los humanos no se ven menos atrapados por la perturbación lumínica que las ranas de una charca cercana a una carretera muy alumbrada. Al vivir bajo un fulgor creado por nosotros mismos, nos hemos aislado de nuestro patrimonio evolutivo y cultural: la luz de las estrellas y los ritmos del día y la noche. En un sentido muy real, la contaminación lumínica provoca que perdamos de vista nuestra verdadera posición en el universo y que olvidemos la propia dimensión, la cual sólo puede comprenderse de acuerdo con las dimensiones de una noche oscura con la Vía Láctea –el límite de nuestra galaxia– dibujando un arco en las alturas.

Escrito por: Verlyn Klinkenborg el 01 de Noviembre de 2008.


EVOLUCIÓN DEL RECAMBIO DE LUMINARIAS EN LA SERENA: 1999 al 2005

El 01 de octubre de 1999 entró en vigencia la "Norma de Emisión para la Regulación de la Contaminación Lumínica" (Decreto Supremo Nº 686 del 7 de diciembre de 1998 del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción), que establece un marco legal para la protección de la calidad del cielo, en el contexto de la legislación ambiental destinado a proteger los "cielos oscuros" necesarios para la práctica de la astronomía profesional en las regiones chilenas de Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Al corto plazo el despilfarro de electricidad en iluminación inutil en la ciudad de La Serena ha disminuido notablemente, gracias a que esta ciudad esta vigilada de cerca por los astrónomos. (Fotografías de la Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile).

La ciudad de la Serena, Chile - 1999.
La ciudad de la Serena, Chile - 2004.

Cambiar es posible, así lo han demostrado los municipios de La Serena y Vicuña, donde el recambio de luminarias ha permitido controlar la contaminación luminosa, sin afectar la vida de las ciudades, especialmente para La Serena, que cuenta con una intensa vida nocturna en verano.

Disminuir la contaminación luminosa, a pesar de los obvios beneficios que trae, resulta más difícil de lo que sería posible esperar, viejas prácticas desarrollistas y los intereses de las compañías eléctricas por extender las redes de suministros y postaciones, fomentando el consumo para obtener clientes y beneficios, sabotean los esfuerzos descontamindores.


INICIATIVA STARLIGHT

Haga click para ir al sitio de StarLight Devolviendo el cielo nocturno a la humanidad.

"El derecho a un cielo nocturno no contaminado que permita disfrutar de la contemplación del firmamento, debe considerarse como un derecho inalienable de la Humanidad, equiparable al resto de los derechos ambientales, sociales y culturales, atendiendo a su incidencia en el desarrollo de todos los pueblos y a su repercusión en la conservación de la diversidad biológica."
Declaración La Luz de las Estrellas. La Palma, Abril de 2007..

"El cielo, nuestra herencia común y universal, es una parte integral del ambiente percibido por la humanidad. La Humanidad ha observado siempre el cielo para interpretarlo o para entender las leyes físicas que gobiernan el universo. Este interés en astronomía ha tenido implicaciones profundas para la ciencia, la filosofía, la religión, la cultura y nuestro concepto general del mundo."
Proclamación del 2009 como Año Internacional de la Astronomía. Conferencia General de la UNESCO. París 2005.

“Las personas pertenecientes a las generaciones futuras tienen derecho a una tierra indemne y no contaminada, comprendido el derecho a un cielo puro; tienen derecho a disfrutar de esta Tierra que es el soporte de la historia de la humanidad, de la cultura y de los lazos sociales, lo que asegura a cada generación y a cada individuo su pertenencia a la gran familia humana.”
Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras. La Laguna, 1994.

¿QUÉ ES EL CALENTAMIENTO GLOBAL?

LAS LÁMPARAS DE BAJO CONSUMO - LFC Y LOS TUBOS FLUORESCENTES SON BUENOS PARA EL MEDIO AMBIENTE, PERO ¿QUE HACER SI SE ROMPEN O AGOTAN?
Trátelos con cuidado pues contienen mercurio


NOTICIAS

Conferencia Internacional en Contaminación Luminosa



Contaminación y derroche:
 

(16 Abril, 2008) Este 22 de Abril se celebra el Día de la Tierra, como el día tiene 24 horas, la noche también está incluida en la celebración, especialmente si constatamos que durante esta parte del día seguimos derrochando la energía eléctrica que tanto cuesta producir.

En la imagen de arriba, compuesta por imágenes satelitales de la NASA en noches sin nubes y que tiene el sur arriba, podemos apreciar los lugares donde el derroche es mayor: Japón, Europa y Estados Unidos.

Sin embargo en casi todos los lugares poblados se derrocha energía, pues por un lado, la luz destinada a iluminar las calles no debiera escaparse hacia el espacio, lo que significa que se podría iluminar las calles de noche gastando menos electricidad si toda la energía se enfoca hacia la calle.

Transformese en un activista de esta causa, generalmente los políticos y funcionarios a cargo de tomar las decisiones que afectan su vida no toman en cuenta la opinión de la gente, especialmente si se trata de cambiar algo.

Para celebrar el Día de la Tierra 2008, nuestro portal Círculo Astronómico propone a las ciudades y municipios las siguientes formas de ahorro de electricidad:

Mala iluminación. OPCC - UTILIZAR LÁMPARAS QUE ILUMINEN HACIA EL SUELO: Utilizando lámparas de menor potencia pero que iluminen sólo hacia el suelo se puede ahorrar hasta un 30% de electricidad. Estas lámparas evitan además el encandilamiento de automovilistas y ciclistas, producidos por las lámparas de la iluminación pública.

- USAR SISTEMAS DE DISMINUCIÓN DE LA ILUMINACIÓN: En los domicilios la gente apaga la luz en la noche, luego que todos se han ido a acostar, pero eso no ocurre en las ciudades o los pueblos, donda las luces permanecen encendidas toda la noche. El ingeniero Pedro Sanhueza, de la Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile, nos ha informado que ya existen lámparas con "balastros de doble nivel" programables para que el equipo disminuya la potencia hasta un 40%. Si bien son más caras, hay fondos públicos que pueden ayudar a financiarlas, en Chile del Ministerio de Economía y en España de lo Planes de Acción para la Eficiencia Energética (PAEE). Una oppción a los balastros es exigirle a las compañías que instalen sistemas de apagado diferenciado de luminarias. Con ello el ahorro puede llegar a un 30%.

Buena iluminación. OPCC

- UTILIZAR POTENCIAS DE ACUERDO A LAS NECESIDADES: Como norma es recomendable bajar la potencia de las lámparas y diversificar su distribución. Lugares de mayor afluencia de público pueden necesitar lámparas de mayor potencia, entre 150 a 250 watts, que las calles, donde la potencia puede ser de 100 watts y en los pasajes bastará con 70 watts. Se recomienda utilizar lámparas modernas con buena óptica. El ahorro puede llegar a ser de un 20%.

- UTILIZAR LÁMPARAS DE SODIO: Las lámparas de luz blanca, gastan entre un 10 y 20% más, y duran menos. Sólo deben ser usadas en lugares puntuales como cruces de mucho tráfico. Además es bueno para la salud, utilizar lámparas de sodio de color más amarillo ya que ayuda al ciclo circadiano natural. Las más económicas son las lámparas de sodio de baja presión.

Con todo el ahorro puede llegar a entre un 60% y 70%, permitiendo que los municipios destinen más recursos a educación y salud. Métodos permanentes para disminuir la delincuencia.

Si bien todo esto pudiera no parecer muy atractivo para las compañías eléctricas, sin lo es si se piensa a largo plazo, ya que es frecuente que algunas municipalidades no pagen las cuentas de luz a tiempo, cosa que no ocurrirá si las cuentas son más bajas.

La Serena y Coquimbo luego del cambio de luces. OPCC.
La hora del planeta:
 
PRESIDENTA BACHELET Y VICEPRESIDENTE JOE BIDEN CENARON A LA LUZ DE LAS VELAS EN CHILE
 

Respetaron apagón mundial de la Hora del planeta.

El puente de la Bahía de Sídney y la Ópera (i), con las luces apagadas durante 'La Hora del Planeta'.

(29 Marzo, 2009 AFP) La presidenta de Chile, Michelle Bachelet y el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden -de visita oficial en Santiago- junto al Secretario General de la OEA José Miguel Insilza, cenaron en la noche del sábado a la luz de las velas, después de que el gobierno chileno se sumara al apagón global promovido por el Fondo Mundial de la Naturaleza.

Bachelet recibió a Biden en el palacio presidencial de La Moneda, que exactamente a las 20H00 locales (01H00 de este domingo) apagó sus luces durante 60 minutos, al sumarse a la denominada 'Hora del Planeta', destinada a crear conciencia sobre los efectos del cambio climático.

"Hoy (sábado) es el día mundial del ahorro energético, (por eso) vamos a apagar las luces durante nuestra cena y vamos a prender velas, porque queremos contribuir así junto a nuestros ciudadanos en esta noble campaña mundial de ahorro de energía", señaló Bachelet, en una rueda de prensa conjunta con Biden.

"No hay nada como una amenaza de apagar las luces como para reducir el largo discurso de un ex senador y actual vicepresidente", bromeó por su parte el vicepresidente estadounidense.

Otros emblemáticos edificios de Santiago, como la Torre Entel y el monumento a la Virgen María en el cerro San Cristobal, se sumaron también a la iniciativa mundial.

El viernes, las autoridades llamaron a los chilenos a plegarse a la campaña mundial impulsada por la organización ecologista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), apagando las luces que no sean esenciales ni que comprometan la seguridad de las personas.

(28 Marzo, 2009 Google / Codeff) Australia dio este sábado el puntapié inicial de la 'Hora del Planeta', una campaña de la organización ecologista World Wildlife Fund (WWF) que promueve un apagón de una hora a las 20H30 locales de cada país para luchar contra el cambio climático, y que espera el respaldo de 1.000 millones de personas en todo el mundo.

Imagen: El puente de la Bahía de Sídney y la Ópera (i), con las luces apagadas durante 'La Hora del Planeta'

"Es una campaña muy positiva, llena de esperanza", se felicitó ante la prensa en Sídney el organizador de la operación, Andy Ridley. "Queremos que la gente se pregunte, aunque sea durante una hora, lo que puede hacer para reducir su emisión de carbono", añadió.

La iniciativa nació en Sídney en 2007, donde más de dos millones de personas apagaron entonces las luces. Desde entonces, el movimiento se ha extendido a 3.929 ciudades, pueblos y localidades de cerca de 90 países.

El viernes, el gobierno de Costa Rica llamó sus ciudadanos a unirse a 'La Hora del Planeta', previendo un ahorro económico importante y "13.000 kilos de dióxido de carbono menos en la atmósfera". El Salvador también se unirá a la iniciativa, según informaron el miércoles sus promotres.

Al menos 371 monumentos del mundo entero, entre ellos el Empire State, el Vaticano, las cataratas del Niágara, la Torre Eiffel, la Acrópolis y el estadio del 'Nido del Pájaro' de Pekín apagarán las luces durante una hora. En Hong Kong, conocido por su luminosa bahía, 1.500 edificios se quedarán a oscuras. Incluso unos alpinistas han previsto izar la bandera de la campaña 'La Hora del Planeta' en la cumbre del Everest, la más elevada del mundo.

En diciembre, la comunidad internacional se reunirá en Copenhague para intentar renovar el protocolo de Kioto sobre la reducción de emisiones de CO2, que expira en 2012.

Los más escépticos han denunciado una operación fundamentalmente simbólica, y un científico danés consideró que el uso de velas durante una hora produciría más emisiones de dióxido de carbono que las luces eléctricas. "Aunque mil millones de personas apaguen las luces el sábado, el acontecimiento equivaldrá a cortar las emisiones de China durante sólo seis segundos", declaró Bjorn Lomborg, director del centro de reflexión Consensus Center en Copenhague.

Con todo, Ridley dijo que el apoyo masivo al evento, incluyendo la participación de economías emergentes e importantes emisoras de CO2, como Brasil, India y China, mostrará que es urgente luchar contra el cambio climático.



Contra el Calentamiento Global:
 
MILLONES APAGARON LA LUZ A LAS OCHO
 
A lo ancho del mundo unos 100 millones de personas apagaron las luces por una hora para celebrar "La Hora de la Tierra". Los apagones comenzaron en Australia, siguieron en Nueva Zelandia y Tailandia, a medida que las 20:00 horas locales llegaban a cada una de estas ciudades. En Latinoamérica, donde los dirigentes políticos no se sienten responsables del cambio climático, las autoridades no participaron, aunque mucha gente si lo hizo.

La ciudad de Chicago apagó sus luces. CNN (30 Marzo, 2008) Ayer sábado 29 de marzo a las 20.00 horas, millones de personas alrededor del mundo apagaron las luces de sus casas durante una hora, como una forma de demostrar preocupación por el ahorro energético, el calentamiento global y el cambio climático.

Imagen: ciudad de Chicago apagó sus luces por una hora. CNN.

La CNN informó que los apagones comenzaron en Australia, donde las autoridades apagaron las luces de la icónica Opera House y el Harbour Bridge. Esta fue la primera ciudad en recibir las 20:00 horas del 29 de Marzo. Se calcula que 10 millones de australianos apagaron las luces de sus casas este año. Le siguieron varias ciudades y pueblos de Nueva Zelandia; y monumentos, edificios y casas de Bangkok, en Tailandia, a medida que las 20:00 horas locales llegaban a cada una de estas ciudades.

En Roma se apagaron las luces del Coliseo y otros monumentos.

La primera "Hora del Planeta" fue una iniciativa de World Wide Fund for Nature de Australia, WWF, llevada a cabo en marzo de 2007. La experiencia en Sydney logró una convocatoria de 2,2 millones de personas y una reducción de 10,2% del gasto energético local. Sus logros y alcances fueron tan impactantes que hoy es una campaña mundial frente al cambio climático y la responsabilidad de cada individuo en el calentamiento global.

Este año participarán 23 grandes ciudades del mundo junto con más de 300 localidades más pequeñas. En Australia todo el gobierno se ha sumado a la campaña: "Esto da un símbolo extraordinario y una indicación que podemos (la gente) ser parte de la solución" al calentamiento global, dijo a Sky News televisión el Ministro Australiano del Medio Ambiente, Peter Garrett, parado frente a la oscura silueta del Opera House.

Garrett dijo que las oficinas y monumentos gubernamentales de todo el país tomarán parte en "Hora del Planeta".

Como esta es una campaña mundial frente al cambio climático y la responsabilidad de cada individuo en el calentamiento global, el llamado es que quienes participen deben comprometerse a tomar medidas para disminuir el uso de energía en su vida diaria.

Chile, que pasa por una severa crisis de energía eléctrica, autoridades y los movimientos ecologistas han permanecido sordos a esta iniciativa y sólo a través del correo electrónico se ha corrido la iniciativa.

Los promotores del proyecto ya se comenzaron a planificar las actividades de la "Hora de la Tierra - 2009".

Les damos algunas ideas de como gastar menos en electricidad y combustibles, generando menos CO2, haga click aquí.

"En el Mundo vamos todos, los que vivimos ahora y los que vendrán mañana, por lo que salvarlo es responsabilidad de todos".

Piense de cómo estas prácticas se transformen en un habito eficiente de ahorrar energía y en cómo el próximo año podamos participar en forma más activa.

Vea en CNN, como se apagó la luz en Sidney.

Sitio de Earthhour.org.

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