La nave pasó la tormenta Ernesto protegida por las grandes estructuras anexas a la plataforma de lanzamiento. Luego de la salida de Ernesto de Florida, no se informaron daños en las estructuras de apoyo ni en la nave.
El Trasbordador estuvo rodeado por la estructura giratoria de servicio, luego que la NASA decidiera dejar la nave en la plataforma tras conocerse pronósticos favorables sobre la fuerza de la tormenta.
(31 Agosto, 2006 AFP) La agencia espacial rusa Roscosmos anunció desde Moscú que retrasará cuatro días, hasta el 18 de septiembre, el lanzamiento de la nave 'Soyuz' con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI). Así, los rusos dan tiempo a sus colegas estadounidenses, de lanzar el 'Atlantis' a principios de septiembre y no coincidirán ambas naves en la Estación.
"Nos hemos visto obligados a modificar la fecha de lanzamiento porque el 'Atlantis' no ha podido despegar en la fecha prevista", declaró a AFP Viatcheslav Mikhaïlitchenko, portavoz de la agencia rusa.
Los técnicos rusos y estadounidenses coinciden en que no pueden coincidir dos naves a la vez en la Estación Espacial Internacional, no sólo porque ésta estaría sobreocupada, sino porque los sistemas de una nave podrían interferir en los de otra, provocando graves problemas.
El 'Atlantis' realizará una misión de ocho días en la Estación, donde tiene previsto retomar los trabajos de construcción de la ISS, y sólo cuando ya haya terminado dicha misión podrá despegar la nave rusa, que llevará a bordo a los orbinautas Michael López-Alegría de la NASA, Mikhail Tiuryne de Rusia y a la turista espacial la millonaria estadounidense Anoushe Ansari.
Para lanzar satélites:
DISEÑAN CATAPULTA ELECTROMAGNÉTICA ESPACIAL
¿Reemplazarán algún día a los cohetes?
(26 Julio, 2006 - DW – CA) Científicos europeos estudian lanzar satélites al espacio utilizando aceleración electromagnética. Este sistema reemplazaría a los cohetes que son muy caros y no se pueden reciclar, disminuyendo los costos de la puesta en órbita.
Imagen: Diseño de un railgun de Powerlabs.
El Instituto de Investigación Militar Franco-Germano (ISL) en Saint Louis, cerca de Basilea, investiga, para la compañía aeroespacial europea EADS, las posibilidades de aplicación en el campo civil de una tecnología que fue diseñada para fines militares: los “railguns”.
Un “railgun” permite lanzar proyectiles por aceleración electromagnética sobre un carril alimentado por dos conductores paralelos. De este modo, los proyectiles logran una extrema velocidad de salida. La tecnología ya es conocida desde hace años y se basa en parte en los trabajos del legendario científico Nicola Tesla.
500 metros por segundo
“El prototipo que tenemos mide seis metros y nos permite disparar un objeto de 4 kilogramos a una velocidad de 500 metros por segundo, con aceleraciones por debajo de 10.000g”, dice Pascale Lehmann, científica del instituto ISL. “El símbolo "g" se refiere a la constante de aceleración gravitatoria de la tierra. 10.000g sería diez mil veces la aceleración de la Tierra y mucho más de lo habitual en lanzamientos de cohetes actuales.
El Trasbordador Espacial de la NASA alcanza una aceleración de 29,4 m/s2, esto es unos 3 g, que es lo que una persona puede soportar sin mayor sufrimiento, los pilotos de guerra pueden soportar hasta 9 g en los F-16, utilizando trajes especiales.
“Para los satélites de gran peso se requiere un cohete potente, pero muchos satélites son cada vez más pequeños y ligeros. Nosotros pensamos que nuestro sistema puede servir cuando se trata de pocos kilogramos”, opina Pascale Lehmann.
Según los cálculos de los científicos franceses, deberán alargar su sistema unos 200 a 300 metros para poner un satélite pequeño en órbita. Junto con EADS el instituto planea la construcción de una versión previa de 22 metros que se colocaría de manera vertical. Un objeto de 4 kilogramos llegaría a una altura de 100 hasta 120 kilómetros, es decir hasta los limites del espacio sideral.
Si Ud. pesa 70 kilos, si es lanzado en una máquina semejante, llegaría a pesar 700 toneladas.
¿Una rampa en el Altiplano?
En la superficie de la Tierra, el obstáculo principal de este sistema está en la atmósfera, ya que al alcanzar la velocidad necesaria para entrar en órbita: 28.000 km/h, en un tramo de algunos cientos de metros, el roce con la atmósfera destruría el satélite en segundos.
Sin embargo el responsable del proyecto por parte de la EADS, Jörg Behrens, se muestra entusiasmado. “El concepto del 'railgun' es sumamente cautivador. El sistema de aceleración se mantiene completamente sobre la superficie. Las partes que se pierden al lanzar el objeto son mínimas. De este modo podaríamos competir fácilmente con los cohetes tradicionales”, dice Behrens.
Para disminuir la resistencia del aire y las fuerzas térmicas, se considera montar la rampa de lanzamiento sobre un altiplano en América Latina. Sin embargo, la financiación de esos planes sigue siendo una incógnita ya que la tecnología de los "railguns" se considera demasiado "exótica".
La Luna, o el espacio orbital cercano a la Tierra, al carecer de aire son lugares ideales para lanzar cargas con sistemas semejantes.
El escritor Arthur Clarke, describe en uno de sus libros una catapulta semejante: el Lunatrón, instalada en rieles puestos en la Luna, donde se aceleran las cargas con electromagnetos.
El Columbiad: Un cañón lunar
También se ha pensado en utilizar cañones para enviar cargas al espacio.
En la novela De la Tierra a la Luna de Julio Verne, escrita en 1865, un grupo de artilleros desempleados deciden construir un cañón, al que bautizan como Columbiad, para enviar un proyectil a la Luna. Construyen el cañón en un pozo de 270 m de profundidad, con un diámetro de 2,74 m, cuyos primeros 61 m son llenados con 200 toneladas de pólvora de algodón. El proyectil, del mismo diámetro, debía alcanzar una velocidad de 11 km/s para alcanzar la Luna.
Imagen: Una réplica del Columbiad, el cañón imaginado por Julio Verne para viajar a la Luna, en un parque de Disney. Clubphoto.com.
En la novela, el proyectil es posteriomente modificado para dar cabida a tres tripulantes, sin embargo a pesar del diseño de amortiguaores destinados a disminir el efecto de la gigantesca aceleración de 28 mil g, éstos habrían sido transformados en papilla de todos modos. Sus restos habrían sido posteriormente calcinados por el calor generado por el roce con la atmósfera, que habría incinierado el proyectil en cosa de segundos.
Existen algunos paralelos interesantes entre la novela de Verne y los viajes a la Luna del Proyecto Apolo. 100 años después que el viaje imaginario de circunvalación lunar de Verne, tres astronautas estadounidenses reales, de la misión Apolo 8, recorrieron en una nave bautizada como Columbia, los 384.000 kilómetros que nos separan de la Luna. Como los tripulantes del proyectil del Columbiad, fueron lanzados desde Florida en el mes de Diciembre.