Ir a la Portada. Friso: Felipe Martínez.



¡BIENVENIDOS!

BUSCADOR DEL SITIO

Búsqueda personalizada


Por velocidad radial:
 
DESCUBREN GEMELO DE JÚPITER EN GEMELO DEL SOL
 
Grupo internacional, que incluye a brasileros, lidera búsqueda de un Sistema Solar 2.0.

(15 Julio 2015 - ESO/CA) Un equipo internacional de astrónomos ha utilizado el telescopio de 3.6 metros de ESO en el Observatorio de La Silla, para identificar un planeta muy semejante a Júpiter orbitando a la misma distancia de una estrella similar al Sol, denominada HIP 11915.

Imagen: La ilustración muestra al gemelo de Júpiter, un planeta gigantesco y gaseoso, orbitando un gemelo solar, HIP 11915. El planeta tiene una masa muy similar a Júpiter, y orbita a la misma distancia de su estrella que Júpiter respecto al Sol. Ello, junto con la composición de HIP 11915, similar al Sol, sugiere la posibilidad que el sistema de planetas orbitando HIP 11915 sea parecido a nuestro propio Sistema Solar, con planetas rocosos orbitando más cerca de su estrella anfitriona. Crédito: ESO. (Haga click en la imagen para agrandar).

Según las teorías actuales, la formación de planetas con masas semejantes a Júpiter juega un importante papel en la configuración de la arquitectura de los sistemas planetarios. La existencia de un planeta con masa y órbita similares a Júpiter, alrededor de una estrella como nuestro Sol, abre la posibilidad de que el sistema de planetas alrededor de esta estrella pudiera ser similar a nuestro propio Sistema Solar. HIP 11915 tiene aproximadamente la misma edad de nuestro Sol y, además, la similitud de su composición sugiere que podría haber planetas rocosos orbitando más cerca de la estrella.

Hasta ahora, los sondeos para encontrar exoplanetas han sido muy sensibles a los sistemas planetarios compuestos por planetas masivos en sus regiones internas [1]. Ello contrasta con nuestro Sistema Solar, donde hay pequeños planetas rocosos en las regiones internas y gigantes gaseosos, como Júpiter y Saturno, hacia el exterior.

De acuerdo a las teorías más recientes, la disposición de nuestro Sistema Solar, tan propicio para generar vida, fue posible gracias a la presencia de Júpiter y a la influencia gravitacional que este gigante gaseoso ejerció sobre nuestro Sistema Solar, durante el período de su formación. Parecería, entonces, que el hallazgo de un gemelo a Júpiter es un importante hito en la senda para encontrar sistemas planetarios análogos al nuestro.

El equipo compuesto por científicos brasileños se ha enfocado en la búsqueda de planetas extrasolares en estrellas similares al Sol, en un intento por hallar sistemas planetarios similares al nuestro. El equipo ha descubierto este planeta con una masa muy similar a la de Júpiter [2] orbitando una estrella como el Sol, HIP 11915, a casi exactamente la misma distancia de Júpiter. Este nuevo descubrimiento se logró utilizando el instrumento HARPS, uno de los espectrómetros cazadores de planetas de mayor precisión a nivel mundial, instalado en el Telescopio de 3.6-metros de ESO, en el Observatorio La Silla en Chile.

Si bien se han encontrado varios planetas similares a Júpiter [3] a diversas distancias de estrellas similares al Sol, este planeta recién descubierto, en términos de masa y distancia a su estrella anfitriona y similitud entre la estrella anfitriona y nuestro Sol es el análogo más exacto encontrado hasta ahora para el Sol y Júpiter.

La estrella anfitriona, la gemela solar HIP 11915, no sólo es similar al Sol en masa sino que, además, tiene casi la misma edad. Para reforzar aún más las semejanzas, la composición de la estrella es similar a la del Sol. La impronta química de nuestro Sol puede parcialmente estar marcada por la presencia de planetas rocosos en el Sistema Solar, sugiriendo la posibilidad de planetas rocosos alrededor de HIP 11915.

Jorge Melendez, de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, líder del equipo y coautor del artículo científico, destacó que “la búsqueda de una Tierra 2.0 y un Sistema Solar 2.0 completo, constituyen uno de los desafíos más emocionantes para la astronomía. Estamos encantados de formar parte de esta investigación de vanguardia, que ha sido posible gracias a las instalaciones de observación de ESO”. [4]

Megan Bedell, de la Universidad de Chicago y autor principal del artículo concluye: “Luego de dos décadas en búsqueda de exoplanetas, finalmente estamos viendo planetas gaseosos gigantes, similares a los de nuestro propio Sistema Solar, gracias a la estabilidad a largo plazo de instrumentos cazadores de planetas como HARPS. Este descubrimiento es, en todo aspecto, una señal emocionante de que probablemente existan otros sistemas solares, esperando ser descubiertos.”

Se requerirá de observaciones de seguimiento para confirmar y acotar este descubrimiento, pero HIP 11915 es uno de los candidatos más prometedores hasta ahora, para albergar un sistema planetario similar al nuestro.

Notas
[1] Las técnicas de detección actuales son más susceptibles a planetas grandes o masivos en órbitas cercanas a sus estrellas anfitrionas con períodos orbitales de pocos días, ya que pueden ser detectados tras poco tiempo de observación. Los planetas pequeños, o de baja masa, están más allá de nuestras actuales capacidades. Los planetas gigantes y distantes de su estrella anfitriona son también difíciles de detectar ya que tienen órbitas de varios años, y requieren de extensas observaciones. Por consiguiente, muchos de los exoplanetas que conocemos hoy, son grandes y/o masivos, y cercanos a sus estrellas.
[2] El planeta fue descubierto midiendo la velocidad radial de la estrella, producido por el tirón que provoca en su estrella anfitriona conforme orbita alrededor de ella. Como la inclinación de la órbita planetaria no es conocida, sólo una cota inferior de su masa puede ser estimada. Nótese que la actividad de la estrella, ligada a las variaciones de su campo magnético, puede posiblemente imitar la señal interpretable como la impronta del planeta. Los astrónomos han realizado todas las pruebas conocidas para investigar esta posibilidad, pero es actualmente imposible descartarla por completo.
[4] El Acuerdo formal de acceso de Brasil, firmado en diciembre de 2010, ha permitido a los astrónomos brasileños pleno ingreso a las instalaciones astronómicas de ESO.


AVISO:



Brilla en infrarrojo:
 
¿UN SUPERJÚPITER A LA VISTA?
 
Obtienen una imagen y un espectro de exoplaneta cercano. Fue delatado por su excesivo brillo en el infrarrojo, captado por los instrumentos del telescopio VISTA de Cerro Paranal, en Chile.

(11 Mayo 2015 - IAC/CA) Científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), junto a colaboradores del Centro de Astrobiología (CAB) y de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), han captado la imagen de un planeta gigante, de unas 11 veces la masa de Júpiter, alrededor de la estrella enana roja VHSJ125601.92-125723.9 (VHS 1256)* situada a unos 40 años luz, en la dirección de la frontera entre las constelaciones de Virgo y Corvus.

Imagen: Imagen del planeta de la estrella VHS 1256b, en la constelación de Pegaso. Crédito: IAC. (Haga click en la imagen para agrandar).

En la actualidad se conocen numerosos planetas extrasolares, la mayoría de los cuales se han encontrado mediante técnicas indirectas, como el estudio de las variaciones de la velocidad radial de las estrellas o los tránsitos planetarios. En muchos de estos casos se trata de planetas gigantes gaseosos orbitando estrellas relativamente lejanas a nuestro Sol y que, por tanto, son muy difíciles de detectar. Muy pocas veces, los astrónomos han podido captar imágenes directas de estos exoplanetas.

Es lo que sucede con VHS 1256b, como se ha denominado al planeta extrasolar recientemente descubierto. Se trata del exoplaneta más cercano a nuestro Sol, a tan sólo 40 años luz, del que se ha podido obtener una imagen y un espectro. El planeta orbita alrededor de una enana roja con una separación 100 veces la distancia entre el Sol y la Tierra (unas 20 veces mayor que la de Júpiter en torno al Sol, pero sólo 2,5 veces superior a la de Plutón). El sistema es joven, con una edad de entre 150 y 300 millones de años, es decir, entre 15 y 30 veces más joven que el Sistema Solar. VHS 1256b presenta un aspecto similar al que probablemente tendría Júpiter hace unos 4.200 millones de años.

La relativa cercanía del sistema convierte a este exoplaneta en uno de los más brillantes de los detectados en la actualidad, y dada su gran separación orbital, VHS 1256b ha podido ser observado y estudiado en gran detalle: “Se trata de un planeta gigante gaseoso, con un tamaño similar al de Júpiter, pero con una masa 11 veces mayor. Al ser joven, su atmósfera es todavía relativamente caliente, unos 1.200 ºC, y aún es suficientemente luminoso, lo que nos ha permitido detectarlo con el telescopio VISTA del Observatorio Europeo Austral (ESO)”, explica Bartosz Gauza, investigador que realiza su doctorado en el IAC y primer autor del trabajo.

Imagen: Imagen y espectro del planeta de la estrella VHS 1256b, en la constelación de Virgo. Crédito: IAC.

VHS 1256b tiene colores muy rojos en el infrarrojo cercano, donde emite la mayor parte de su luz, y presenta rasgos peculiares en su atmósfera, lo que podría convertir este objeto en una referencia para investigaciones futuras. “En su atmósfera -comenta Víctor Sánchez Béjar, investigador del IAC y co-autor del estudio- hemos encontrado rasgos de vapor de agua y de metales alcalinos, propios de este tipo de planetas, aunque no de metano, un gas esperado también a estas temperaturas. Debido a su juventud y proximidad hemos podido obtener, por primera vez con gran detalle, el espectro en luz visible de un exoplaneta. Hemos necesitado utilizar un telescopio de gran diámetro, como el Gran Telescopio CANARIAS con el instrumento OSIRIS”.

El objeto se identificó mediante la correlación de dos grandes bases de datos: el catálogo de Two Micron All Sky Survey (2MASS), que cubre el cielo en el infrarrojo, y el catálogo de VISTA Hemisphere Survey (VHS), un estudio de todo el hemisferio Sur, también en el infrarrojo, y que en la actualidad se está llevando a cabo con el telescopio VISTA del Observatorio Europeo Austral (ESO) ubicado en el Observatorio de Cerro Paranal, en Chile.

“Este estudio ha sido posible -señala Antonio Pérez-Garrido, investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena y partícipe del trabajo- gracias a las técnicas de software que hemos desarrollado en nuestro grupo y que nos han permitido encontrar, entre decenas de millones de fuentes, aquellas parejas de objetos –como esta enana roja y planeta- que tienen un movimiento propio común”.

“El estudio de la enana roja, en la frontera entre las estrellas de baja masa y las enanas marrones, nos ha permitido determinar con gran precisión la distancia y la edad del sistema, siendo VHS 1256b uno de los pocos exoplanetas en los que estos parámetros son bien conocidos”, subraya María Rosa Zapatero Osorio, investigadora del Centro de Astrobiología (CAB) y también co-autora del estudio.

Por la luminosidad intrínseca y la gran separación de su estrella, el planeta VHS 1256b puede facilitar observaciones en todo el espectro, desde radio/milimétricas a ultravioleta/rayos X pasando por el infrarrojo, que revelen fenómenos imposibles o muy difíciles de medir en otros sistemas exoplanetarios, como, por ejemplo, el impacto de cometas o la detección de lunas de tamaño comparable a la Tierra.

Artículo científico: “Discovery of a young planetary mass companion to the nearby M dwarf VHS J125601.92{125723.9”, B. Gauza, V. J. S. Béjar, A. Pérez-Garrido, M. R. Zapatero Osorio, N. Lodieu, R. Rebolo, E. Pallé, G. Nowak. The Astrophysical Journal, 804, 2, 96 (2015). Preprint: http://www.iac.es/preprints/files/PP15039.pdf

Nota:
* VHS: VISTA Hemisphere Survey de ESO.


A 20 años del descubrimiento:
 
ESTUDIAN ATMÓSFERA DE EXOPLANETA 51 PEGASUS
 
Obtienen primer espectro de un exoplaneta realizado en el rango visible de la luz. Utilizan nuevas técnicas que tienen prometedor un futuro.

(22 Abril 2015 - ESO/CA) Utilizando el instrumento HARPS, el espectroscopio cazador de exoplanetas, del telescopio de 3,6 metros del Observatorio La Silla de ESO (en Chile), un grupo de astrónomos ha hecho la primera detección directa del espectro de luz visible reflejada de un exoplaneta. Estas observaciones también revelaron nuevas propiedades de este objeto, que resulta ser el primer exoplaneta descubierto alrededor de una estrella normal: 51 Pegasi b. El resultado promete un futuro emocionante para esta técnica, sobre todo por el advenimiento de la próxima generación de instrumentos como ESPRESSO, en el VLT, y de futuros telescopios como el E-ELT.

Imagen arriba: Ilustración del exoplaneta 51 Pegasus b. Ilustración: ESO.

El exoplaneta 51 Pegasi b [1] se encuentra a unos 50 años luz de la Tierra, en la constelación de Pegaso. Fue descubierto en 1995 y siempre será recordado como el primer exoplaneta confirmado orbitando una estrella ordinaria como el Sol [2]. También es considerado el arquetipo de Júpiter caliente, un nuevo tipo de planetas que ahora se sabe que son relativamente comunes, similares a Júpiter en tamaño y masa, pero que orbitan mucho más cerca de su estrella madre.

Desde este descubrimiento que hizo historia se han confirmado más de 1.900 exoplanetas en 1.200 sistemas planetarios, pero, en el año del vigésimo aniversario de su descubrimiento, 51 Pegasi b vuelve a escena una vez más para proporcionar otro avance en el estudio de los exoplanetas.

El equipo que hizo esta nueva detección fue dirigido por Jorge Martins, del Instituto de Astrofísica y Ciencias del Espacio (IA) y la Universidad de Oporto (Portugal), quien actualmente es estudiante de doctorado en ESO en Chile. Utilizaron el instrumento HARPS, instalado en el Telescopio de 3,6 metros de ESO, en el Observatorio La Silla (Chile).

En la actualidad, el método más utilizado para examinar la atmósfera de un exoplaneta es observar el espectro de la estrella anfitriona a medida que se filtra a través de la atmósfera del planeta durante el tránsito (una técnica conocida como espectroscopía de transmisión). Un enfoque alternativo es observar el sistema cuando la estrella pasa por delante del planeta, lo que principalmente ofrece información sobre la temperatura de los exoplanetas.

La nueva técnica no depende de encontrar un tránsito planetario, por lo que potencialmente podría usarse para el estudio de muchos más exoplanetas. Permite detectar el espectro planetario directamente en luz visible, lo que significa que se pueden deducir diferentes características del planeta que son inaccesibles para otras técnicas.

El espectro de la estrella anfitriona se utiliza como una plantilla para guiar la búsqueda de una firma similar de luz que se espera se refleje en el planeta a medida que describe su órbita. Es una tarea sumamente difícil ya que los planetas son increíblemente débiles en comparación con sus deslumbrantes estrellas anfitrionas.

También es común que la señal del planeta pueda verse saturada por otros pequeños efectos y fuentes de ruido [3]. Ante tal adversidad, el éxito de la técnica cuando se aplica a los datos de 51 Pegasi b recogidos por HARPS, proporciona una valiosísima prueba de concepto.

Jorge Martins explica: "este tipo de técnica de detección es de gran importancia científica, ya que permite medir la masa y la inclinación real de la órbita del planeta, esenciales para entender mejor todo el sistema. También nos permite estimar la reflectancia del planeta (o albedo), que puede utilizarse para inferir la composición tanto de la superficie como de la atmósfera del planeta".

Se ha descubierto que 51 Pegasi b tiene una masa de alrededor de la mitad de la de Júpiter y una órbita con una inclinación de cerca de nueve grados en dirección a la Tierra [4]. El planeta también parece ser más grande que Júpiter en diámetro y altamente reflectante. Estas son características típicas de un Júpiter caliente que está muy cerca de su estrella anfitriona y, por tanto, expuesto a su intensa luz.

HARPS ha sido esencial para el trabajo de este equipo, pero el hecho de que el resultado se obtuviese usando el Telescopio de 3,6 metros de ESO, que tiene un rango limitado de aplicación con esta técnica, es una noticia emocionante para los astrónomos. Los equipos de este tipo ya existentes van a ser superados por instrumentos mucho más avanzados instalados en telescopios más grandes, como el VLT (Very Large Telescope) y el futuro E-ELT (European Extremely Large Telescope, Telescopio Europeo Extremadamente Grande) [5], ambos de ESO.

"Ahora esperamos con impaciencia la primera luz del espectrógrafo ESPRESSO, instalado en el VLT, para poder hacer estudios más detallados de este y otros sistemas planetarios," concluye Nuno Santos (del IA y la Universidad de Oporto), coautor del artículo.

Imagen arriba: Ubicación de de la estrella 51 Pegasi y su planeta 51 Pegasi b, en la norteña constelación de Pegaso. Crédito: ESO.

Notas

[1] Tanto 51 Pegasi b como su estrella anfitriona, 51 Pegasi, están entre los objetos disponibles en el concurso público de IAU “NameExoworlds” para proponer nombres con los que bautizarlos.

[2] Anteriormente, se detectaron dos objetos planetarios orbitando en el entorno hostil de un púlsar.

[3] El desafío es similar a tratar de estudiar el tenue brillo reflejado por un diminuto insecto volando alrededor de una luz brillante y distante.

[4] Esto significa que la órbita del planeta está cerca de ser vista de canto desde la Tierra, aunque esto es no suficiente para observar tránsitos.

[5] El instrumento ESPRESSO, instalado en el VLT, y, en el futuro, instrumentos incluso más potentes instalados en telescopios mucho más grandes, como el E-ELT, permitirá un aumento significativo en la capacidad de precisión y captación de luz, ayudando a la detección de exoplanetas más pequeños e incrementando los detalles en los datos sobre planetas similares a 51 Pegasi b.



A 63 años luz:
 
MIDEN DÍA DE PLANETA EXTRASOLAR
 
Con el VLT miden por primera vez cuánto dura un día en un exoplaneta.


(30 de Abril, 2014 ESO/CA) Observaciones llevadas a cabo con el telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO, en Cerro Paranal, Chile, un grupo de científicos ha determinado, por primera vez, la velocidad de rotación de un exoplaneta. Se ha descubierto que la duración de un día en Beta Pictoris b es de tan solo ocho horas. Esta velocidad es mayor a la de cualquier planeta del Sistema Solar— su ecuador se mueve a casi 100.000 kilómetros por hora. Así, este nuevo resultado extiende a los exoplanetas la relación entre masa y rotación existente en el Sistema Solar. En el futuro, técnicas similares utilizando el E-ELT (European Extremely Large Telescope) permitirán a los astrónomos hacer mapas detallados de los exoplanetas.

Imagen arriba:Exoplaneta Beta Pic b. Ilustración: ESO.

El exoplaneta “Beta Pictoris b” orbita a la estrella Beta Pictoris [1], [2], visible a simple vista, que se encuentra a unos 63 años luz de la Tierra, en la constelación austral de Pictor (el caballete del pintor). Este planeta fue descubierto hace casi seis años y fue uno de los primeros exoplanetas de los que se obtuvo imagen directa. Orbita a su estrella anfitriona a una distancia de solo ocho veces la distancia Tierra-Sol (eso1024) — siendo, además, el exoplaneta más cercano a su estrella captado en imágenes directas [3].

Utilizando el instrumento CRIRES, instalado en el VLT, un equipo de astrónomos holandeses de la Universidad de Leiden y del Instituto para la Investigación Espacial de los Países Bajos (SRON) ha descubierto que la velocidad de rotación ecuatorial del exoplaneta Beta Pictoris b es casi de 100.000 kilómetros por hora. Haciendo una comparación, el ecuador de Júpiter tiene una velocidad de unos 47.000 km por hora [4], mientras que la Tierra viaja a tan solo 1.700 km por hora [5]. Beta Pictoris b es más de 16 veces más grande y 3.000 veces más masiva que la Tierra, pero un día del planeta solo dura 8 horas.

“No se sabe por qué algunos planetas giran rápido y otros más despacio”, afirma el coautor Remco de Kok, “pero esta primera medida de la rotación de un exoplaneta muestra que la tendencia vista en el Sistema Solar, en la que los planetas más masivos giran más deprisa, puede aplicarse a los exoplanetas. Debe tratarse de una consecuencia universal derivada de la forma en que se crean los planetas”.

Beta Pictoris b es un planeta muy joven, de tan solo unos 20 millones de años (comparados con los 4.500 millones de la Tierra) [6]. Con el paso del tiempo, se espera que el exoplaneta se enfríe y encoja, con lo cual girará aún más rápido [7]. Por otro lado, hay otros procesos que pueden influir en el cambio de la velocidad de giro del planeta. Por ejemplo, el espín de la Tierra se está ralentizando con el paso del tiempo debido a las interacciones de marea con nuestra Luna.

Imagen izquierda: Esta imagen compuesta representa el entorno cercano de Beta Pictoris, como se ve a la luz del infrarrojo cercano. Este entorno muy débil se revela después de quitar con mucho cuidado el halo estelar mucho más brillante. La parte exterior de la imagen muestra la luz reflejada en el disco de polvo, como se observó en 1996 con el instrumento ADONIS en 3,6 m telescopio de ESO; la parte interna es la parte más cercana del sistema, como se ve en 3,6 micrones con NACO en el Very Large Telescope. El planeta, llamado Beta Pic b es más de 1000 veces más débil que su estrella y se encuentra a una distancia proyectada de 8 veces la distancia Tierra-Sol. Ambas partes de la imagen se obtuvieron en los telescopios de ESO equipadas con óptica adaptativa. El círculo arriba representa la distancia, a esta escala, de la órbita de Saturno. Haga click en la imagen para agrandar. (Crédito: ESO).

Los astrónomos hicieron uso de una técnica muy precisa llamada espectroscopía de alta dispersión para dividir la luz en los colores que la forman — las diferentes longitudes de onda en el espectro. El principio del efecto Doppler (o desplazamiento Doppler) les permitió usar el cambio en la longitud de onda para detectar que diferentes partes del planeta se movían a velocidades diferentes y en direcciones opuestas en relación al observador. Eliminando cuidadosamente los efectos de la estrella anfitriona, mucho más brillante, fueron capaces de extraer la señal de la rotación del planeta.

"Hemos medido las longitudes de onda de la radiación emitida por el planeta con una precisión de una parte entre cien mil, lo que hace las mediciones sensibles a los efectos Doppler que pueden revelar la velocidad de los objetos emisores", confirma el autor principal Ignas Snellen. "Utilizando esta técnica nos encontramos con que diferentes partes de la superficie del planeta se acercan o se alejan de nosotros a diferentes velocidades, lo cual sólo puede significar que el planeta gira alrededor de su eje".

Esta técnica está estrechamente relacionada con la técnica para hacer imágenes Doppler, que ha sido utilizada durante varias décadas para realizar mapas de las superficies de las estrellas y, recientemente, de la enana marrón [8] Luhman 16B (eso1404). La rápida rotación de Beta Pictoris b significa que, en el futuro, será posible hacer un mapa global del planeta, mostrando posibles patrones de nubes y grandes tormentas.

"Esta técnica puede utilizarse en una muestra mucho más grande de exoplanetas con la excelente resolución y sensibilidad del E-ELT y un espectrógrafo de imagen de alta dispersión. Con el futuro instrumento METIS (Mid-infrared E-ELT Imager and Spectrograph) seremos capaces de hacer mapas globales de exoplanetas y de caracterizar planetas mucho más pequeños que Beta Pictoris b con esta técnica", afirma el investigador principal de METIS y coautor del nuevo artículo, Bernhard Brandl.

Imagen derecha: La relación universal entre masa y velocidad de rotación de los planetas. Comparación sistemas solar y Beta Pic. (Haga click en la imagen para agrandar- Crédito: ESO).

Notas
[1] Beta Pictoris tiene muchos otros nombres, por ejemplo, HD 39060, SAO 234134 y HIP 27321.
[2] Beta Pictoris es uno de los ejemplos más conocidos de una estrella rodeada por un disco de escombros y polvo. Ahora se sabe que este disco tiene una extensión similar a 1.000 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. Anteriores observaciones del planeta de Beta Pictoris se dieron a conocer en eso0842, eso1024 y eso1408.
[3] Las observaciones utilizaron la técnica de óptica adaptativa, compensando así la turbulencia atmosférica de la Tierra, que puede distorsionar imágenes obtenidas incluso en los mejores sitios del mundo para la astronomía. Esta técnica permite a los astrónomos crear imágenes muy nítidas, casi tan buenas como las que se podrían ver desde el espacio.
[4] Puesto que Júpiter no tiene superficie sólida desde la cual determinar la velocidad de rotación del planeta, tomamos la velocidad de rotación de su atmósfera ecuatorial, que es de 47.000 km por hora.
[5] La velocidad de rotación de la Tierra en el ecuador es de 1.674,4 kilómetros por hora.
[6] Mediciones anteriores indicaban que el sistema era más joven.
[7] Esto es consecuencia de la conservación del momento angular y es el mismo efecto que hace que un patinador gire más rápido cuando acerca sus brazos al cuerpo.
[8] Las enanas marrones son a menudo apodadas "estrellas fallidas" ya que, a diferencia de estrellas como el Sol, nunca pueden alcanzar la temperatura necesaria como para iniciar reacciones de fusión nuclear.


¿Otra Tierra?:
 
PLANETA SIMILAR A LA TIERRA ORBITA ENANA ROJA
 
Tendría un tamaño similar a la Tierra y estaría en la zona habitable.


(19 de Abril, 2014 El Pais/Science/CA) Analizando los datos legados por la sonda Kepler de la NASA, que alcanzó a observar un campo de 140 mil estrellas del Espolón de Orión, nuestro sector de la Vía Láctea, durante 4 años, se han detectado 961 planetas confirmados y 2.900 por confirmar, mediante el sistema del tránsito, midiendo la ligerísima atenuación del brillo de una estrella cuando un cuerpo en órbita a su alrededor se cruza en la línea de visión de la Tierra.

Imagen: Ilustración del sistema planetario de la estrella Kepler-186, con cinco planetas, incluido, en primer plano, el que tiene tamaño similar al de la Tierra y está en zona habitable. Ilustración: NASA AMES/SETI INSTITUTE/JPL-CALTECH.

Entre los confirmados se destacan 69 planetas del tamaño de la Tierra, la mayoría de los demás son como Júpiter o mayores. Entre los de tamaño terrestre, sólo uno, el planeta Kepler-186f, orbita su estrella en una región donde de existir agua, esta podría estar en estado líquido.

Es el quinto planeta de un sistema planetario muy diferente al nuestro, de partida orbitan alrededor de Kepler-186, una estrella que tiene la mitad del radio de nuestro Sol y es un tercio menos brillante, cayendo en el rango de las “enanas rojas”. Tiene además la mitad de la metalicidad que el Sol, lo que significa que en ese sistema planetario hay una menor disponibilidad de elementos pesados para construir planetas y moléculas. La estrella se ubica en el hemisferio norte del cielo en la constelación del Cisne.

Con datos de los primeros dos años de la Kepler se logró comprobar la existencia de cuatro planetas alrededor de Kepler-186, a estos se las denominó Kepler-186b a Kepler-186e. Todos ellos menores que 1,5 Tierras y orbitan muy cerca de la estrella. Así K-186b completa su órbita en 3,9 días y K-186c en 22,4 días (nuestro Mercurio lo hace en 88 días). Son demasiado calientes e inhóspitos para sostener alguna forma de vida como las que conocemos, explican los investigadores del Centro Ames de la NASA y el Instituto SETI, en los que trabaja Elisa Quintana, que encabezó el equipo de descubridores.

Los científicos buscan ávidos planetas que pudiesen estar en la región donde pudiera existir vida, y aquí dicen que encontraron uno: K-186f. Se basan en el hecho que tiene 1,11 veces el radio de la Tierra y un año de 130 días terrestres, orbitando a una distancia donde recibe la tercera parte de la radiación solar que la Tierra. Esto lo pone cerca del límite exterior de lo que sería la zona de habitabilidad alrededor de la estrella Kepler-186, por lo que el agua en su superficie correría el riesgo de congelarse, pero como es algo mayor que la Tierra, su atmósfera podría ser algo más densa que la de nuestro planeta y térmicamente más aislante.

“Hay gente que llama habitables a estos planetas y, por supuesto, no tenemos ni idea de si lo son. Solo sabemos que están en una zona habitable y que es el mejor lugar para buscar planetas que realmente lo sean”, advierte el astrónomo Stephen Kane, de la Universidad del Estado del San Francisco. Él forma parte del equipo, liderado por Elisa Quintana (astrónoma de la NASA), que ha descubierto el Kepler-186f con los datos obtenidos por el telescopio Kepler. Los investigadores han logrado determinar el tamaño de Kepler-186f (1,1 radio terrestre), pero aún no conocen su masa, por lo que no pueden calcular su densidad. “Una vez que conoces la densidad media de un planeta, puedes decir si es rocoso o no”, añade Kane. El descubrimiento se publicó en la revista Science.

Kepler-186

La estrella en torno a la que gira es diferente del Sol: más pequeña, más fría, consume su combustible más lentamente y su luz es demasiado débil para ser observable a simple vista desde la Tierra. Las estrellas de este tipo, explica Kane en un comunicado de su Universidad, son abundantes en la galaxia y, en principio, serían prometedoras desde el punto de vista de buscar vida a su alrededor, porque duran mucho más que las grandes, “lo que alargaría considerablemente el plazo de tiempo en el que podrían surgir la evolución biológica y las reacciones bioquímicas en la superficie”, añade el investigador. Pero, por otra parte, estos astros tienden a ser más activos que el nuestro, con más destellos y, potencialmente, emitirían más radiación hacia los planetas.

“Una de las incógnitas más interesantes de la ciencia es si la vida puede surgir en otro planeta o, lo contrario: si es algo único del nuestro. El descubrimiento de planetas con propiedades similares a las de la Tierral es un eslabón importante en la cadena que hace falta para dar respuesta a esta pregunta”, afirma Fred Adams (Universidad de Michigan), científico del equipo.

En su caza de planetas similares al nuestro, los astrónomos habían descubierto ya algunos que, por algunas características, se ajustarían al patrón, resume Yudhijit Bhattacharjje en Science. Kepler 20e es algo más pequeño que la Tierra y gira en torno a una estrella similar al Sol, pero fuera de la zona de habitabilidad (estaría demasiado cerca del astro y, por tanto, sería demasiado caliente); Kepler-22b está en órbita de una estrella como la nuestra y en zona habitable, pero es más grande que la Tierra (2,4 veces su radio) donde la gravedad sería insoportable para los organismos conocidos; y ahora Kepler-186 f, cuyo tamaño encaja y está en zona habitable, pero la estrella no es como el Sol.

En las últimas dos décadas, desde que se descubrió el primero, los astrónomos han encontrado unos 1800 planetas extrasolares en otros sistemas planetarios. Solo 20 de ellos orbitan alrededor de sus estrellas en zona habitable, recuerda la Universidad de Michigan. Pero todos ellos eran, hasta ahora, mucho más grandes que la Tierra.

El planeta Kepler-186f ha sido descubierto con el método de los Tras ser detectado con el telescopio espacial Kepler, de la NASA, los científicos recurrieron a grandes telescopios (el Keck II y el Gemini) en Hawai para confirmar el hallazgo y desvelar algunas de sus características.


Con luz UV:
 
ESTRELLAS ASESINAS
 
”Estrellas de la muerte” en Orión desintegran planetas antes de que se formen.

”Estrellas de la muerte” en Orión, desintegran planetas antes de que se formen

(10 de Marzo, 2014 ALMA) La nebulosa de Orión alberga cientos de estrellas jóvenes y estrellas en formación, algunas de las cuales cuentan con discos protoplanetarios, conocidos como proplyds. Se supone que muchos de estos sistemas terminarén transformándose en nuevos sistemas planetarios, mientras otros verán sus componentes de polvo y gas desintegrados por la intensa radiación ultravioleta emitida por estrellas masivas de tipo O formadas en sus inmediaciones.

Imagen: Ilustración de dos discos protoplanetarios, o protoestrellas, alrededor de una estrella masiva de tipo O. El polvo y el gas del disco protoplanetario más cercano están siendo desintegrados por la radiación emitida por la estrella. El disco más distante logra mantener su potencial de formación planetaria. Créditos: NRAO/AUI/NSF; B. Saxton.

Un equipo de astrónomos de Canadá y Estados Unidos utilizó las instalaciones de ALMA, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, para estudiar las relaciones entre las estrellas muy luminosas de tipo O y las protoestrellas cercanas de la nebulosa de Orión. Sus datos revelaron que las protoestrellas que se encuentran en un radio de hasta 0,1 años-luz (menos de 965.000 millones de kilómetros) de una estrella de tipo O están condenadas a ser despojadas de sus núcleos de polvo y gas en apenas algunos millones de años, un plazo mucho más corto del que necesitan los planetas para formarse.

"Las estrellas de tipo O, son verdaderos monstruos si se comparan con nuestro Sol, emiten enormes cantidades de radiación ultravioleta que pueden causar grandes estragos durante el desarrollo de sistemas planetarios jóvenes", afirma Rita Mann, astrónoma del Consejo Nacional de Investigación de Canadá, en Victoria, y autora principal de un artículo publicado en la revista Astrophysical Journal. Agrega que "con ALMA observamos docenas de estrellas embrionarias con potencial de formación planetaria y, por primera vez, vimos claros indicios de discos protoplanetarios que simplemente se esfumaban ante el brillo intenso de una estrella masiva cercana".

Muchas estrellas similares al Sol —si no todas— nacen en incubadoras estelares muy pobladas similares a la nebulosa de Orión. En un período de apenas algunos millones de años, los granos de polvo y las nubes de gas se fusionan para formar cuerpos más grandes y densos. De mantenerse relativamente intactos, estos sistemas evolucionan hasta formar verdaderos sistemas solares con planetas grandes y pequeños para, en última instancia, alejarse y pasar a formar parte de la población estelar galáctica.

Imagen: Proplyds en la Nébula de Orion. HST/NASA.

Los astrónomos creen que las estrellas masivas de vida corta presentes dentro y alrededor de las grandes nubes interestelares son esenciales para este proceso de formación estelar. Al llegar al fin de su vida, las estrellas masivas explotan y se convierten en supernovas, un fenómeno que siembra el área circundante con polvo y elementos pesados que terminan incorporándose a la siguiente generación de estrellas. Estas explosiones también proporcionan el impulso necesario para dar inicio a una nueva ronda de formación de estrellas y planetas. No obstante, mientras brillen intensamente, estas enormes estrellas pueden ser mortales para los planetas de los sistemas solares embrionarios que se acerquen demasiado.

VIDEO: (Constelación de Orion). Video de ALMA, haga click en la imagen para ejecutar.

"Las estrellas masivas son calientes y cientos de veces más luminosas que nuestro Sol", explica James Di Francesco, también miembro del Consejo Nacional de Investigación de Canadá. "Sus fotones energéticos pueden aniquilar rápidamente un disco protoplanetario cercano calentando su gas y desintegrándolo hasta barrerlo del mapa", señala.

Anteriormente el telescopio espacial Hubble había producido imágenes sorprendentes de discos protoplanetarios presentes en Orión, muchos de los cuales tenían forma de gota debido a que su contenido de polvo y gas era expulsado por el efecto de alguna estrella masiva cercana. Sin embargo, estas imágenes ópticas no revelaban nada acerca de la cantidad de polvo existente o sobre cómo cambiaban las concentraciones de polvo y gas en función de la presencia de estrellas masivas.

Las nuevas observaciones realizadas con ALMA revelaron la existencia de estos y otros discos protoplanetarios desconocidos hasta entonces, lo que básicamente duplicó la cantidad de discos descubiertos en esa área. ALMA también pudo observar más allá de su apariencia superficial escarbando en su interior para medir la masa de estos discos.

Al combinar estos resultados con estudios hechos anteriormente con el Submillimeter Array (SMA) de Hawái, los investigadores descubrieron que cualquier protoestrella presente alrededor de una estrella masiva, en la zona donde hay emisiones extremas de rayos UV, sufre una rápida destrucción del material que compone su disco. En efecto, los discos protoplanetarios que se encuentran en esa área retienen solo una fracción (mitad o incluso menos) de la masa necesaria para convertirse en un planeta del tamaño de Júpiter. En tanto, fuera del radio de 0,1 años-luz, en la zona dominada por las emisiones ultravioletas lejanas, los investigadores observaron una amplia gama de discos con masas de entre 1 y 80 veces la masa de Júpiter, proporciones similares a la cantidad de polvo presente en regiones de formación de estrellas de baja masa.

"Nuestras investigaciones con ALMA indican que las regiones con niveles extremos de UV no solo son inhóspitas, sino derechamente peligrosas para los planetas en formación. No obstante, a una distancia suficiente las condiciones son mucho más amenas", señala Mann. "Este trabajo es realmente la punta del iceberg en términos que lo que se descubrirá con ALMA. Esperamos llegar a entender cuán comunes son los sistemas solares como el nuestro".


Increíble:
 
EXOPLANETAS SERÍAN MUY ABUNDANTES
 
La existencia de planetas alrededor de estrellas sería más la norma que la excepción, asegura un equipo de astrónomos europeos y japoneses.

La Vía Láctea, vista desde La Silla. ESO. (15 de Enero, 2012 ESO, CA) Un equipo internacional, que incluye a tres astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO), ha utilizado la técnica de microlentes gravitacionales para calcular hasta qué punto son comunes los planetas en la Vía Láctea. Tras seis años de búsquedas, en el que se cartografiaron millones de estrellas, el equipo concluyó que la existencia de planetas alrededor de estrellas es la norma, más que la excepción. Los resultados aparecerán en la revista Nature del 12 de enero de 2012.

Imagen: La Vía Láctea, vista desde La Silla. ESO.

A lo largo de los últimos dieciséis años, los astrónomos han detectado más de 700 exoplanetas confirmados [1] y han iniciado el estudio de los espectros (eso1002) y las atmósferas (eso1047) de esos mundos. Pese a que estudiar las propiedades individuales de los exoplanetas es de un valor innegable, permanece una interrogante mucho más básica: ¿hasta qué punto es común la existencia de planetas en la Vía Láctea?

La mayor parte de los exoplanetas conocidos actualmente fue detectada tanto por la técnica del efecto gravitacional del planeta sobre su estrella anfitriona (que genera un leve bamboleo en la misma) como al capturar su presencia al pasar por delante de su estrella y oscurecerla ligeramente. Ambas técnicas son adecuadas para la detección de planetas masivos o de aquellos que están cerca de su estrella (o ambas circunstancias juntas), lo que implica que son muchos los planetas que no se detectan.

Un equipo internacional de astrónomos ha buscado exoplanetas usando un método totalmente diferente — microlentes gravitacionales — que puede detectar planetas con un amplio rango de masas y que además pueden estar bastante más lejos de sus estrellas.

Arnaud Cassan (del Instituto de Astrofísica de París), que lidera este artículo de Nature, explica: "Hemos buscado evidencia de la existencia de exoplanetas durante seis años observando con la técnica de microlentes gravitacionales. Sorprendentemente, estos datos muestran que los planetas son más comunes que las estrellas en nuestra galaxia. También encontramos que los planetas más ligeros, como las súper-Tierras o los Neptunos fríos, deben ser más comunes que los planetas pesados."

Los astrónomos utilizaron observaciones proporcionadas por los programas PLANET [2] y OGLE [3], en los que se detectan exoplanetas por el modo en que el campo gravitacional de su estrella anfitriona, combinado con el de los posibles planetas, actúa como una lente, magnificando la luz de la estrella de fondo. Si la estrella que actúa como una lente tiene un planeta en su órbita, el planeta puede contribuir a la hora de detectar el efecto de iluminación de la estrella de fondo.

Jean-Philippe Beaulieu (del Instituto de Astrofísica de París), que lidera la colaboración PLANET, añade: "La colaboración PLANET se creó para hacer el seguimiento de eventos de microlente prometedores con una red mundial de telescopios ubicados en el hemisferio sur, desde Australia y África del sur, hasta Chile. Los telescopios de ESO han contribuido de forma muy importante a estos cartografiados.”

Las microlentes son herramientas muy poderosas, con el potencial de detectar exoplanetas que, de otra manera, podrían no haber sido descubiertos jamás. Pero, para utilizar la técnica de microlente y ver algo, se requiere de un alineamiento poco común entre una estrella de fondo y otra que haga de lente. Y, para detector un planeta durante el acontecimiento, también se necesita una coincidencia adicional de alineamiento de la órbita del propio planeta.

Pese a que, por todos estos motivos, sea una tarea difícil encontrar un planeta utilizando esta técnica de microlentes, los datos de estos seis años utilizados en los análisis han permitido la detección de tres exoplanetas en las búsquedas de los programas PLANET y OGLE: una súper-Tierra [4], y planetas con masas comparables a las de Neptuno y Júpiter. Teniendo en cuanta los estándares de la técnica de microlentes, se trata de un impresionante botín. Al detectar estos tres planetas, o los astrónomos fueron sumamente afortunados y les ha tocado la lotería (pese a lo extraño que parezca) o, sencillamente, los planetas son tan abundantes en la Vía Láctea que era algo prácticamente inevitable [5].

Posteriormente, los astrónomos combinaron la información de estas tres detecciones positivas de exoplanetas con otras siete detecciones llevadas a cabo anteriormente, así como con un gran número de no-detecciones en los valiosos datos obtenidos durante seis años — las no-detecciones son igualmente importantes para el análisis estadístico y son mucho más numerosas. La conclusión fue que una de cada seis estrellas estudiadas aloja un planeta de masa similar a la de Júpiter, la mitad tienen planetas de masa similar a la de Neptuno y dos tercios tienen súper-Tierras. El cartografiado era sensible a la detección de planetas que estuvieran a una distancia de su estrella de entre 75 millones de kilómetros y 1.500 millones de kilómetros (en el Sistema Solar este rango incluye todos los planetas desde Venus a Saturno) y con rangos de masas que van de cinco veces la masa de la Tierra hasta diez veces la de Júpiter.

Según ellos, la combinación de los resultados sugiere firmemente que el porcentaje de planetas alrededor de estrellas es mayor que uno. Más que la excepción, son la norma.

Extrapolando, mediante un análisis estadístico, sus escasos resultados aventuran que: Un 17% de las estrellas albergarín planetas con una masa tipo Júpiter. Los tipo Neptunos son aún más abundantes, orbitarían en alrededor de un 52% (incertidumbre de un 30%) de las estrellas. En cuanto a las supertierras, planetas con entre 5 y 10 veces la masa de la Tierra, existirían en alrededor del 62% (incertidumbre de un 35%) de las estrellas.

“Antes creíamos que la Tierra podría ser única en nuestra galaxia. Pero ahora parece que, literalmente, hay miles de millones de planetas con masas similares a la de la Tierra orbitando estrellas en la Vía Láctea,” concluye Daniel Kubas, co-autor de este artículo.

Notas

[1] La misión Kepler está descubriendo ingentes cantidades de “ candidatos a exoplanetas” que no se incluyen en este número.

[2] Probing Lensing Anomalies NETwork. Más de la mitad de los datos del cartografiado PLANET utilizados en este estudio provienen del telescopio danés de 1,54 metros ubicado en el Observatorio de La Silla de ESO.

[3] Optical Gravitational Lensing Experiment.

[4] Una súper-Tierra tiene una masa de entre dos y diez veces la masa de la Tierra. Hasta ahora se ha publicado el hallazgo de doce planetas utilizando las microlentes con varias estrategias observacionales.

[5] Los astrónomos cartografiaron millones de estrellas buscando eventos de microlente. Entre los años 2002 y 2007 solo se detectaron 3.247 eventos de este tipo, ya que el preciso alineamiento necesario es muy poco probable. Los resultados estadísticos se infirieron de las detecciones y las no detecciones de un subgrupo representativo de 440 curvas de luz.



Por mini eclipse:
 
DESCUBREN 2 PLANETAS EXTRASOLARES ROCOSOS
 
Descubren dos planetas extrasolares del tamaño de la Tierra en torno a la estrella Kepler-20. Son los más pequeños encontrados hasta ahora.

Los 1.235 candidatos a exoplanetas de la Kepler. Haga click aquí para agrandar.

(21 Doc. 2011 - NASA / EL PAIS) Astrónomos del proyecto Kepler de la NASA han descubierto los primeros planetas del tamaño de la Tierra que orbitan una estrella semejante al Sol, ubicada a mil años luz de distancia.

Imagen: Ilustración que muestra los planetas Kepler 20-e y Kepler 20-f comparados con la Tierra y Venus. / Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics.

Kepler 20-f es un poco mayor que nuestra Tierra y el otro, Kepler 20-e un poco más pequeño. Los científicos no ven directamente estos cuerpos, pero, según sus cálculos y modelos, podría tratarse de planetas rocosos. Se habían detectado ya en órbita de esa estrella otros tres planetas más grandes.

El observatorio espacial Kepler, de la NASA, observa estrellas sospechosas de tener sistemas planetarios e identifica un nuevo cuerpo en órbita cuando este se cruza por delante del astro en la línea de visión desde la Tierra (como un minieclipse) y disminuya levemente su brillo aparente. Es la técnica de tránsito y este telescopio permite distinguir esa mínima atenuación de la luz emitida por la estrella.

El descubrimiento confirma lo que los científicos sospechaban cuando, hace unos años, iban descubriendo decenas de planetas extrasolares grandes y se planteaban que no es que no hubiera cuerpos pequeños de este tipo en el universo, sino que no los podrían ver hasta que se hicieran observatorios más sensibles.

El descubrimiento se publicará en la revista Nature.

ANIMACIÓN SISTEMA PLANETARIO DE KEPLER 20

Los dos pequeños planetas de Kepler 20 tienen radios de 1,03 y 0,87 veces el radio de la Tierra, respectivamente. A modo de comparación: el radio de Venus es 0,95 veces el terrestre. Kepler 20-e y Kepler 20-f están muy cerca de su estrella, por lo que la orbitan muy rápido, completando una vuelta completa cada 6,1 días, uno, y cada 19,6 días, el otro, explican Francois Fressin (Harvard Smithsonian Center for Astrophysics, EE UU) y sus colegas.

Hasta ahora, el planeta extrasolar más pequeño que se conocía, tiene un radio de 1,42 veces el de la Tierra y un volumen estimado de 2,9 veces el de nuestro planeta.

Los otros tres cuerpos ya detectados en ese sistema planetario, tienen radios de 1,91, 3,07 y 2,75 veces el terrestre, respectivamente, y períodos orbitales de 3,7 días, 10,9 días y 77,6 días, muy cortos en comparación con los 365 días del año de la Tierra.

Los científicos no creen que estos planetas se formasen en la posición que ocupan actualmente, sino que pudieron originarse más lejos del astro para luego resultar desplazados.

“Los datos del Kepler nos muestran que algunos sistemas con una disposición de planetas muy diferentes de la de nuestro Sistema Solar”, ha comentado Jack Lissauser, científico de ese telescopio. “Los análisis revelan una nuevo panorama de la diversidad de planetas y sistemas en nuestra Galaxia”.

Fressin y sus colegas explican en su artículo que la investigación realizada descarta que lo observado con el Kepler pueda ser otra cosa y no planetas en órbita de esa estrella. Además, infieren, por paralelismo con la Tierra, que los dos pequeños cuerpos pueden tener una composición similar a la de nuestro mundo, con un núcleo de hierro (32%), y un manto de silicatos (68%). Es más, el que está más alejado del astro (Kepler-20f) podría tener una densa atmósfera de vapor de agua.



Por velocidad radial:
 
DESDE LA SILLA DESCUBREN 50 PLANETAS EXTRASOLARES
 
El más extenso hallazgo de planetas logrado hasta ahora incluye 16 nuevas súper-Tierras.

( 12 de Septiembre, 2011 - ESO) Astrónomos de la ESO anunciaron hoy que, usando el mundialmente reconocido espectrógrafo buscador de planetas, HARPS de ESO, pudieron obtener un enorme botín de más de 50 nuevos exoplanetas, entre los que hay 16 súper-Tierras. Una de las cuales orbita al borde de la zona habitable de su estrella. Tras el estudio de las propiedades de todos los planetas encontrados hasta ahora por HARPS, el equipo comprobó que alrededor del 40% de las estrellas similares al Sol tienen al menos un planeta más liviano que Saturno.

Imagen: Esta impresión artística muestra el planeta que orbita la estrella similar al Sol HD 85512, en dirección de Vela. Una de las dieciséis súper-Tierras descubiertas por el HARPS del telescopio de 3,6 metros en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile.

El espectrógrafo HARPS, instalado en el telescopio de 3,6 metros en el Observatorio La Silla, en la Región de Coquimbo en Chile, es el buscador de planetas más exitoso del mundo [1]. El equipo de HARPS, dirigido por Michel Mayor (Universidad de Ginebra, Suiza), anunció hoy el descubrimiento de más de 50 nuevos exoplanetas que orbitan estrellas cercanas, incluyendo dieciséis súper-Tierras [2]. Este es el mayor número de exoplanetas anunciados simultáneamente [3]. Estos nuevos hallazgos fueron presentados en una conferencia sobre Sistemas Solares Extremos que reúne a 350 expertos en exoplanetas en Wyoming, Estados Unidos.

"La cosecha de descubrimientos que nos ha dado HARPS ha superado todas las expectativas, e incluye una población excepcionalmente rica de súper-Tierras y planetas tipo Neptuno orbitando alrededor de estrellas muy similar a nuestro Sol. Y aún mejor: los nuevos resultados muestran que el ritmo de los descubrimientos se está acelerando", dice Mayor.

En los ocho años que lleva sondeando estrellas similares al Sol mediante la técnica de velocidad radial, HARPS ha permitido descubrir más de 150 nuevos planetas. Alrededor de dos tercios de todos los exoplanetas conocidos con masas menores a la de Neptuno [4] fueron descubiertos por HARPS. Estos excepcionales resultados son el fruto de varios cientos de noches de observación con HARPS [5].

Mediante el análisis de observaciones realizadas con HARPS a 376 estrellas similares al Sol, los astrónomos lograron mejorar bastante la estimación de las probabilidades de que una estrella tipo Sol albergue planetas de baja masa (en comparación con los gigantes gaseosos). Descubrieron que el 40% de estas estrellas tienen al menos un planeta menos masivo que Saturno. La mayoría de los exoplanetas de masa igual o inferior a Neptuno parecen formar parte de sistemas con múltiples planetas.

El proceso de actualizaciones a sus sistemas de hardware y software está permitiendo elevar a HARPS a un nivel superior de estabilidad y sensibilidad en la búsqueda de planetas rocosos que pudieran albergar vida. Diez estrellas cercanas similares al Sol fueron seleccionadas para el nuevo sondeo. Estas estrellas habían sido observadas previamente con HARPS, por lo que se sabía que eran buenas candidatas para mediciones de velocidad radial extremadamente precisas. Tras dos años de trabajo, el equipo de astrónomos ha descubierto cinco nuevos planetas con masas menores a cinco veces la masa de la Tierra.

"Estos planetas serán unos de los mejores objetivos para los futuros telescopios espaciales que buscarán signos de vida en la atmósfera de otros planetas mediante la detección de huellas químicas, como evidencia de oxígeno", explica Francesco Pepe (Observatorio de Ginebra, Suiza), autor principal de uno de los artículos científicos más recientes.

Uno de los nuevos planetas descubiertos anunciado recientemente, HD 85512 b, posee una masa estimada de sólo 3,6 veces la masa de la Tierra [6] y se encuentra en el borde de la zona habitable: aquella estrecha zona alrededor de una estrella donde el agua puede estar presente en forma líquida si las condiciones son apropiadas [7] y la vida podría existir.

"Este es el planeta de menor masa confirmado y descubierto con el método de velocidad radial que potencialmente se encuentra en la zona habitable de su estrella, y el segundo planeta de baja masa descubierto por HARPS en el interior de la zona habitable", añade Lisa Kaltenegger (Instituto Max Planck de Astronomía, Heidelberg, Alemania y la Universidad de Harvard Smithsonian Center for Astrophysics, en Boston, EE.UU.), quien es experta en habitabilidad de exoplanetas.

El aumento en precisión de los sondeos realizados por HARPS permite ahora la detección de planetas con menos de dos masas terrestres. HARPS es tan sensible que puede detectar amplitudes de velocidad radial significativamente menores a 4 km/h [8] -menos de la velocidad de una persona caminando.

"La detección de HD 85512 b está lejos de ser el límite de HARPS y demuestra la posibilidad de descubrir otras súper-Tierras en zonas habitables alrededor de estrellas similares al Sol", añade Mayor.

Imagen: Un equipo de astrónomos ha demostrado que HD 85512 b, uno de los planetas recientemente descubierto está cerca de la zona habitable de su estrella, allí donde podría existir océanos de agua líquida si la atmósfera del planeta tuviese una cubierta suficiente de nubes. El diagrama muestra las distancias a los planetas del Sistema Solar (línea superior), en el sistema de HD 85512 (al medio) y en el sistema de Gliese (abajo), desde sus respectivas estrellas (izquierda). La zona habitable se indica como un área azul. Basado en un diagrams de Franck Selsis, Univ. de Bordeaux.

Estos resultados permiten a los astrónomos confiar en que pronto descubrirán nuevos pequeños planetas rocosos habitables alrededor de estrellas similares a nuestro Sol. Nuevos instrumentos permitirán impulsar esta búsqueda, entre ellos una copia de HARPS que será instalado en el Telescopio Nazionale Galileo en las Islas Canarias, para estudiar las estrellas en el cielo del hemisferio norte, además de un nuevo y más potente buscador de planetas, llamado ESPRESSO, que será instalado en el Very Large Telescope (VLT) de ESO en Cerro Paranal, Chile, en 2016 [9]. En un futuro algo más lejano se espera que el instrumento del CODEX, para el European Extremely Large Telescope (E-ELT), impulse esta técnica a un nivel aún superior.

"En los próximos diez a veinte años deberíamos tener la primera lista de planetas potencialmente habitables en la cercanías del Sol. Hacer una lista es esencial antes de que futuros experimentos pueden buscar posibles huellas espectroscópicas de vida en las atmósferas de exoplanetas", concluye Michel Mayor, quien descubrió el primer exoplaneta de la historia alrededor de una estrella normal en 1995.

Un resumen del estudio será presentado en el artículo científico (en preparación) "La búsqueda con HARPS de planetas extra-solares australes, XXXIV - Ocurrencia, distribución de masas y propiedades orbitales de súper-Tierras y planetas tipo Neptuno", el que será publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.

Nota del editor: Aunque teóricamente la zona habitable pueda tener agua líquida, la gravedad de HD 85512 b es enorme y hace muy difícil que la vida pueda haber surgido y más aún evolucionado allí. Una gravedad 3,6 veces mayor que la de la Tierra, necesitaría animales con huesos de hierro para soportarla sin ser aplastados.

Notas:
[1] HARPS mide la velocidad radial de una estrella con una precisión extraordinaria. Un planeta en órbita alrededor de una estrella hace que la estrella se acerque y se aleje.
[2] Los planetas con masas entre una y diez veces la masa de la Tierra se denominan súper-Tierras. No existen planetas de este tipo en nuestro Sistema Solar, pero parecen ser comunes alrededor de otras estrellas. Los descubrimientos de tales planetas en zonas habitables alrededor de sus estrellas son muy importantes ya que, si el planeta es rocoso y contiene agua como la Tierra, podría potencialmente albergar vida.
[3] En la actualidad el número de exoplanetas se acerca a 600. Además de los exoplanetas descubiertos con la técnica de velocidad radial, más de 1200 candidatos de exoplanetas han sido encontrados por la misión Kepler de la NASA, utilizando un método alternativo: buscando la ligera disminución en el brillo de una estrella cuando un planeta pasa por delante (tránsitos) y bloquea parte de su luz. La mayoría de los planetas descubiertos por este método de tránsito son muy distantes. En cambio, los planetas descubiertos por HARPS orbitan estrellas cercanas al Sol, lo que los convierte mejores objetivos para observaciones adicionales de seguimiento.
[4] Neptuno tiene alrededor de diecisiete veces la masa de la Tierra.
[5] Este extenso programa de observación es dirigido por Stéphane Udry (Observatorio de Ginebra, Suiza).
[6] Con el método de velocidad radial, los astrónomos sólo pueden estimar la masa mínima de un planeta ya que la estimación de la masa también depende de la inclinación del plano orbital con respecto a la línea de visión, lo que se desconoce. Desde el punto de vista estadístico, sin embargo, esta masa mínima a menudo se cerca a la masa real del planeta.
[7] Hasta el momento, HARPS ha encontrado dos súper-Tierras que podrían estar dentro de la zona habitable. La primera de ellas, Gliese 581 d, fue descubierta en 2007 (ver noticia anterior). HARPS también fue usado recientemente para demostrar que otra supuesta súper-Tierra en la zona habitable alrededor de la estrella Gliese 581 (Gliese 581 g) no existe.
[8] Con un gran número de mediciones, la sensibilidad de detección de HARPS es cercana al 100% de las súper-Tierras de diez masas terrestres con períodos orbitales de hasta un año. En el caso de planetas de tres masas terrestres con órbitas de un año, la probabilidad de detección se mantiene cercana al 20%.
[9] ESPRESSO, el espectrógrafo Echelle para Exoplanetas Rocoso y Observaciones Espectroscópicas Estables, será instalado en el Very Large Telescope de ESO en Cerro Paranal, Chile. Actualmente en fase de diseño preliminar, el comienzo de sus operaciones está programado para 2016. ESPRESSO alcanzará una precisión de velocidad radial de 0,35 km/h o menos. Comparativamente, la Tierra provoca una velocidad radial de 0,32 km/h en el Sol. Esta resolución por lo tanto debería permitir a ESPRESSO descubrir planetas de masa terrestre en la zona habitable de estrellas de baja masa.



Por tránsito:
 
1.235 CANDIDATOS A EXOPLANETAS DETECTA LA KEPLER
 
Informe oficial de la misión, luego de cuatro meses de operaciones, tienen 1.235 candidatos a planetas, con algunos en la región habitable y 6 sistemas planetarios.

Los 1.235 candidatos a exoplanetas de la Kepler. Haga click aquí para agrandar. (13 Mayo. 2011 NASA) El 1 de Febrero 2011 la Misión Kepler reveló la información reunida luego de observar 156.453 estrellas, entre el 2 de Mayo hasta el 16 de Septiembre 2009, que hay 1.235 candidatos a planetas con señas de tránsitos. Los que están asociados a 997 estrellas.

Retrato de familia: Los 1.235 candidatos a planetas de la Kepler.

La distribución de las características de los candidatos a planetas se han separado en cinco clases:
68 candidatos de aproximadamente el tamaño de la Tierra (Rp < 1,25 R!), 288 super-Tierras (1,25 R! < Rp < 2 R!), 662 con el tamaño de Neptuno (2 R!, < Rp < 6 R!), 165 del tamaño de Júpiter (6 R! < Rp < 15 R!) y 19 con más del doble del tamaño de Júpiter (15 R! < Rp < 22 R!).

Respecto a los que se encuentran en el rango de temperaturas apropiadas para la región habitable, 54 candidatos tienen desde el tamaño de la Tierra a más grandes que Júpiter. Cinco son menos del doble del tamaño de la Tierra.

Sobre el 74% de los candidatos a exoplanetas son menores que Neptuno.

Su estimación respecto a la ocurrencia de algunos de los tipos de exoplanetas son de 6% para candidatos del tamaño de la Tierra, 7% para super-Tierras, 17% para Neptunos y 4% para candidatos del tamaño de Júpiter; un 17% de las estrellas madres tienen sistemas múltiples.

La Kepler observa estrellas de las zonas de Lira y Cygnus, en la Tangente del Espolón de Orión del Brazo de Carina Sagitario de nuestra galaxia. Los instrumentos del observatorio Kepler miran estas estrellas sin cesar durante las 24 horas y los siete días de la semana, en busca de leves disminuciones de la luz de estas estrellas que indique que un planeta extrasolar ha pasado frente a esta. El campo de visión de la Kepler es de 1/400 del cielo.

Muchas Tierras

Extrapolando la investigación del la Kepler a nuestra Galaxia, los exoplanetas similares a la tierra encontrados hasta ahora y dadas las dimensiones de la Vía Láctea, algunos científicos de la NASA estiman que hay 2.000 millones de planetas con condiciones similares a la Tierra solo en esta galaxia.

De acuerdo con las conclusiones de un nuevo estudio científico, parece que las estrellas similares al Sol de nuestra galaxia muy a menudo tienen a su lado Tierras. Se estima que entre 1 de 37 y 1 de 70 de ellos contienen estos planetas extrasolares en sus órbitas.

Las estrellas enanas amarillas por lo tanto, parecen ser el tipo más adecuado de estrellas que permita el desarrollo de un planeta similar al nuestro. La razón de por qué los astrónomos buscan esos objetos es que tienen mayores posibilidades de satisfacer algunas de las condiciones requeridas por la vida.

El investigador Joseph Catanzarite, un astrónomo del Jet Propulsion Laboratory de NASA afirmó a SPACE.com: "Esto significa que hay un montón de analogos de la Tierra allá a fuera — 2 mil millones en la Vía Láctea". "Con esa cantidad hay buenas posibilidades para la vida y tal vez para la vida inteligente. Y esto es sólo en nuestra galaxia — hay 50 mil millones de otras galaxias."

Luego que hayan pasado entre tres y cuatro años de investigación del Kepler, los científicos predicen que encontrarán un total de 12 mundos semejantes a la Tierra. Se han estimado que podrían haber 50 mil millones de planetas en la Vía Láctea, son embargo no todos tendrían el tamaño de la Tierra o estarían en la zona habitable de sus estrellas.

Cuando se refieren a las 100 estrellas más cercanas al Sol dentro de un radio de unas pocas docenas de años luz, los descubrimientos sugieren que sólo dos tendrían mundos semejantes a la Tierra.

El pensamiento detrás de la búsqueda es simple: encontrar los elementos que hacen la Tierra capaz de soportar la vida y luego buscar en otros lugares del Universo. Hay literalmente miles de esas condiciones, pero los expertos están buscando actualmente a las más importantes.

Estas incluyen la ubicación de un exoplaneta en lo que respecta a la zona habitable de su estrella, su tamaño y la composición química, el tipo de atmósfera que tiene, la gravedad en su superficie, la presencia de un núcleo líquido y muchos más.

"Espero enterarme algún día de las tierras análogas habitables alrededor de las estrellas", explica Catanzarite. Él y el experto Michael Shao publicaron un artículo detallando su análisis en la edición en línea del 8 de marzo de Astrophysical Journal.

$600 millones: Costo de la misión cazadora de planetas Kepler a la fecha de su lanzamiento en Marzo 2009.

Sepa más de la Misión Kepler haciendo click aquí.



Por tránsito:
 
ANALIZAN ATMÓSFERA DE PLANETA EXTRASOLAR
 
Primer análisis de la atmósfera de un exoplaneta tipo súper-tierra.

El exoplaneta GJ1214b. (1 Dic. 2010 ESO) Mediante el Very Large Telescope de ESO, un equipo internacional de astrónomos, ha analizado la atmósfera de un exoplaneta tipo súper-Tierra por primera vez. El planeta, conocido como GJ 1214b, fue estudiado mientras pasaba frente a su estrella anfitriona, y algo de la luz estelar pasó a través de la atmósfera del planeta. Ahora sabemos que la atmósfera de GJ 1214b es básicamente agua en forma de vapor o está dominada por gruesas nubes o brumas. Los resultados aparecerán en la edición del 2 de Diciembre de 2010 de la revista Nature.

Imagen: El exoplaneta GJ1214b.

El planeta GJ 1214b fue descubierto en 2009 empleando el instrumento HARPS en el telescopio de 3,6 metros de ESO en Chile (eso0950) [1] . Los hallazgos iniciales sugerían que este planeta tenía una atmósfera, lo que ahora ha sido confirmado y estudiado en detalle por un equipo internacional de astrónomos, dirigido por Jacob Bean (Harvard–Smithsonian Center for Astrophysics), empleando el instrumento FORS en el Very Large Telescope de ESO.

“Esta es el primer súper-Tierra cuya atmósfera ha sido analizada. Hemos alcanzado un verdadero hito en el camino hacia la caracterización de estos mundos,” dijo Bean.

GJ 1214b tiene un radio de unas 2,6 veces el de la Tierra y es unas 6,5 veces más masivo, lo que lo pone en la clase de los exoplanetas conocidos como súper-Tierras. Su estrella anfitriona se ubica a unos 40 años-luz de la Tierra en la constelación de Ofiuco (el Levantador de la Serpiente). Es una estrella tenue [2] , pero también es pequeña, lo que significa que el tamaño del planeta es grande comparado al disco estelar, haciéndolo relativamente fácil de estudiar [3]. El planeta viaja a través del disco de su estrella anfitriona una vez cada 38 horas mientras orbita a una distancia de sólo dos millones de kilómetros: alrededor de setenta veces más cerca que la órbita de la Tierra al Sol.

Para estudiar la atmósfera, el equipo observó la luz que venía de la estrella mientras el planeta pasaba frente a ella [4]. Durante estos tránsitos, algo de la luz estelar pasa a través de la atmósfera del planeta y, dependiendo de la composición química y del clima en el planeta, específicas longitudes de onda de luz son absorbidas. El equipo luego comparó estas precisas nuevas mediciones con lo que hubieran esperado ver para varias posibles composiciones atmosféricas.

Antes de las nuevas observaciones, los astrónomos habían sugerido tres atmósferas posibles para GJ1214b. La primera era la fascinante posibilidad de que el planeta estuviera envuelto por agua, lo cual, dada la cercana proximidad a la estrella, sería en la forma de vapor. La segunda posibilidad era que éste fuera un mundo rocoso con una atmósfera consistente principalmente de hidrógeno, pero con altas nubes o brumas oscureciendo la vista. La tercera opción era que este exoplaneta fuera como un mini-Neptuno, con un pequeño centro rocoso y una profunda atmósfera rica en hidrógeno.

Las nuevas mediciones no muestran signos reveladores de hidrógeno y, consiguientemente, eliminan la tercera opción. Por lo tanto, la atmósfera es ya sea rica en vapor, o está cubierta por nubes o brumas, similares a aquellas vistas en las atmósferas de Venus y Titanio en nuestro Sistema Solar, las que ocultan la firma del hidrógeno.

“A pesar de que aún no podemos decir exactamente de qué está hecha esa atmósfera, es un apasionante paso adelante el ser capaz de achicar las opciones de un mundo tan distante a dos, ya sea llena de vapor o brumosa,” dice Bean. “Ahora se necesita observaciones de seguimiento en luz infrarroja a mayor longitud de onda para determinar cuál de estas atmósferas existe en GJ 1214b.”

Notas
[1] El número de exoplanetas confirmados llegó a 500 el 19 de Noviembre de 2010. Desde entonces, más exoplanetas han sido confirmados. Para la última cuenta, por favor visite: http://exoplanet.eu/catalog.php
[2] Si GJ 1214 fuera visto a la misma distancia de nosotros como nuestro Sol, se vería 300 veces más tenue.
[3] Debido a que la propia estrella GJ1214 es bastante tenue – más de 100 veces más tenue en luz visible que las estrellas anfitrionas de los dos exoplanetas calientes de Júpiter más ampliamente estudiados – la gran área de colección del Very Large Telescope fue crucial para adquirir suficiente señal para estas mediciones.
[4] La composición atmosférica de GJ 1214b fue estudiada usando el instrumento FORS en el Very Large Telescope, el que puede realizar espectroscopía muy sensible de múltiples objetos en la parte infrarroja cercana del espectro. FORS fue uno de los primeros instrumentos instalado en el Very Large Telescope.



Colado en la nuestra:
 
DESCUBREN PLANETA EXTRASOLAR DE OTRA GALAXIA
 
El planeta similar a Júpiter es especialmente inusual, ya que está orbitando una estrella que se acerca al fin de su vida y podría estar a punto de ser rodeado por ella, ofreciendo pistas sobre el destino de nuestro propio sistema planetario en un futuro lejano.

HIP 13044 a y b, una estrella con uno o más planetas que fueron capturados por nuestra galaxia, la Vía Láctea, desde otra galaxia. (19 Nov. 2010 CA/ESO/Wikipedia) Durante su larga historia, de unos 12 mil millones, nuestra Vía Láctea ha tenido numerosos encuentros con otras galaxias. Producto de ello una cierta cantidad las estrellas que la componen, tuvieron su origen en otros lugares del Universo cercano. Se les reconoce porque sus movimientos pueden llevar una dirección diferente de las estrellas oriundas de la Vía Láctea, que giran, con algunas desviaciones, en el mismo sentido alrededor de su bulbo central. Desde 1994 se han identificado varias corrientes de estrellas (stellar steams) que tiene su origen en galaxias menores absorvidas por nuestra galaxia. Estas estrellas tienen también una composición levemente distinta de las estrellas a su alrededor, con lo que los astrónomos pueden distinguirlas.

De las estrellas extragalácticas conocidas la más famosa es la norteña Arcturus. Ahora, un equipo europeo de astrónomos empleando el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros con el espectrógrafo de alta resolución FEROS, en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile, a descubierto un planeta extrasolar, parecido a Júpiter, orbitando la estrella extragaláctica HIP 13044. Una estrella gigante roja que se encuentra en la etapa final de su vida y podría estar a punto de ser envolver al planeta, bautizado como HIP 13044b, tal como lo hará el Sol con sus planetas en un futuro distante.

Imagen: La ilustración muestra a la estrella HIP 13044 y su planeta HIP 13044 b, una estrella con uno o más planetas que fueron capturados por nuestra Vía Láctea de otra galaxia. El exoplaneta fue detectado por un equipo de astrónomos europeos empleando el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile. El planeta aparece como creciente en la parte inferior derecha de su estrella madre.

“Este descubrimiento es parte de un estudio en que sistemáticamente estamos buscando exoplanetas que orbitan estrellas que se acercan al fin de sus vidas,” dice Johny Setiawan, también de MPIA, quien dirigió la investigación. “Este descubrimiento es particularmente fascinante cuando consideramos el futuro distante de nuestro propio sistema planetario, ya que se piensa que el Sol también llegará a ser una gigante roja en unos cinco mil millones de años”.

HIP 13044 b es un planeta semejante a Júpiter, en órbita alrededor de la estrella HIP 13044, ubicada a unos 2000 años luz de la Tierra en la constelación de Fornax.

HIP 13044 b está muy cerca de su estrella madre. En el punto más cercano (periapsis) de su órbita elíptica está a menos de un diámetro estelar de la superficie de la estrella (ó 0,055 veces la distancia Sol-Tierra). Completa su órbita en sólo 16,2 días. Setiawan y sus colegas plantean como hipótesis que la órbita del planeta pudo inicialmente haber sido mucho más amplia, pero que se movió hacia adentro durante la fase del gigante roja.

Cualquier planeta más cercano puede no haber sido tan afortunado. “La estrella rota relativamente rápido para una estrella gigante roja de la rama horizontal”, dice Setiawan. “Una explicación es que HIP 13044 se tragó a sus planetas interiores durante la fase de gigante roja, lo que haría que la estrella gire más rápidamente”.

Si bien hasta ahora HIP 13044 b ha escapado al destino de estos planetas interiores, la estrella se expandirá nuevamente en la próxima fase de su evolución. Por lo tanto, HIP 13044 b puede estar a punto de ser rodeada por la estrella, lo que significaría que está condenada después de todo. Esto también puede ser una predicción del futuro que le espera a nuestros planetas más externos –como Júpiter– cuando el Sol se acerque al fin de su vida.

HIP 13044 a y b, una estrella con uno o más planetas que fueron capturados por nuestra galaxia, la Vía Láctea, desde otra galaxia. La estrella HIP 13044 se formó en una galaxia que fue absorvida por nuestra Vía Láctea hace unos 6 o 9 mil millones de años y sus remanente forman el Helmi Stream (o Corriente Helmi).

Imagen: Chorros estelares descubiertos alrededor de la Vía Láctea. Crédito: Wikipedia.

El doctor Rainer Klement del Instituto Max Planck para Astronomía afirmó que el descubrimiento era muy excitante, ya que es la primera vez que se descubre un sistema planetario en una corriente de estrellas de origen extragaláctico. El planeta se descubrió utilizando el método de velocidad radial, que detecta pequeños movimientos en la estrella inducidos por el o los planetas cuando la arrastran con su gravedad. "Debido a las grandes distancias involucradas, no hay detecciones confirmadas de planetas en otras galaxias. Pero esta fusión cósmica ha puesto un planeta extragaláctico a nuestro alcance”, afirmó Klement.

HIP 13044b es también uno de los pocos exoplanetas conocidos que ha sobrevivido el período en que su estrella madre se expande masivamente después de agotar las reservas de combustible de hidrógeno en su centro, conocida como la fase de roja gigante en la evolución estelar. Ahora la estrella se ha vuelto a contraer y está quemando helio en su centro. Hasta ahora, estas llamadas estrellas de la rama horizontal han permanecido en gran medida como territorio no cartografiado por los buscadores de planetas.

La estrella también plantea preguntas interesantes sobre cómo se forman los planetas gigantes, ya que parece contener muy pocos elementos más pesados que el hidrógeno y el helio, mucho menos que cualquier otra estrella que albergue planetas. “Para el modelo ampliamente aceptado de formación de planetas es un rompecabezas explicar cómo esta estrella, que casi no contiene elemento pesado alguno, pudo haber formado un planeta. Los planetas en torno a estrellas como ésta probablemente deben formarse de un modo diferente”, añade Setiawan.

Notas
[1] Han existido algunos anuncios tentativos sobre detección de exoplanetas extragalácticos utilizando eventos de “microlente gravitacional”, donde el planeta pasa frente a una estrella aún más distante provocando un “destello” sutil, pero detectable. Sin embargo, este método se basa en un evento singular –el alineamiento casual de una fuente de luz lejana, un sistema planetario y observadores en Tierra– y hasta ahora no se ha podido confirmar ninguna de estas detecciones de planetas extragalácticos.
[2] Usando el método de velocidad radial, los astrónomos sólo pueden estimar una masa mínima para un planeta, ya que la estimación de masa también depende de la inclinación del plano orbital relativo a la línea de visión, que es desconocida. Desde un punto de vista estadístico, a menudo esta masa mínima es cercana a la masa real del planeta.
[3] FEROS significa Fibre-fed Extended Range Optical Spectrograph (Espectrógrafo Óptico de Rango Extendido alimentado por Fibra).
[4] El telescopio de 2,2 metros ha estado en operación en La Silla desde principios de 1984 y está en préstamo indefinido a ESO por el Max-Planck Institute (Max Planck Gesellschaft o MPG en alemán). El tiempo del telescopio es compartido entre los programas de observación de MPG y ESO, mientras que la operación y mantención del telescopio son de responsabilidad de ESO.

Información adicional
Esta investigación fue presentada en un artículo científico, “Un Planeta Gigante Alrededor de una Estrella pobre en Metales de Origen Extragaláctico”, de J. Setiawan y otros, que será pubicado en Science Express el 18 de Noviembre de 2010.

MÉTODOS PARA DESCUBRIR PLANETAS EXTRAPOLARES



Ir al Inicio de la página