Si ve en el cielo del anochecer un objeto que delinea brillantes destellos luminosos en el cielo, no se asuste, no se trata de un OVNI, sino del experimento Starshine 3, un satélite de 100 kg, con forma de esfera de un metro de diámetro y tachonada con 1500 espejos construidos por escolares. Fue puesto en órbita desde Alaska el pasado 29 de septiembre por un cohete Kodiak Star.

Las posibilidades de ver destellos se han duplicado, con la puesta en órbita de un segundo satélite Starshine, el 2. El 16 de diciembre el astronauta Dan Tani del transbordador Endeavour lanzó a la órbita este nuevo satélite, gemelo del anterior.

Arriba: El satélite Starshine 2 gira reflejando destellos del Sol. Crédito imagen: Savell y Fullerton. Infórmese sobre esta misión

"Starshine 3 cumple la misión de explorar los sectores externos de la atmósfera de la Tierra y descubrir que le ocurre allí a los satélites", explica el Profesor Gil Moore, director del Proyecto Starshine -- un programa único que combina investigación de avanzada con la divulgación educativa.

Los satélites están en órbita a 470 km sobre la Tierra, en una región que los científicos llaman la termosfera.

El aire a esa altura es muy tenue -- cerca de 10 billones (10E12) de veces menos denso que el aire al nivel del mar. Se parece más al espacio que a algún lugar de la Tierra. En la termosfera orbitan, la Estación Espacial Internacional (EEI), los transbordadores espaciales, y muchos otros satélites.

A pesar que la termosfera es casi tan tenue como el vacío, tiene de todos modos, la densidad suficiente como para quitarle energía orbital de los satélites, debido al frenado aerodinámico de su tenue atmósfera. Poco después que el Kodiak Star lo soltara, el Starshine 3 comenzó a perder altitud -- cayendo unos pocos metros durante cada órbita de 90 minutos, alrededor del planeta. Lo mismo le ocurre a la EEI, por lo que necesita ser re-empujada periódicamente.

"El Starshine 3 descenderá lentamente durante los próximos 4 años", afirma Moore. A medida que se hunda en las capas cada vez más densas de la atmósfera, su promedio de deterioro orbital se acelerará. Eventualmente, cuando se hunda bajo la estratosfera, el Starshine 3 se quemará completamente. "Su fin será espectacular", añadió. Si la reentrada ocurre de noche, ¡la deslumbrante bola de fuego producirá la luz suficiente como para que los observadores puedan leer el periódico! Lo mismo ocurrirá con el Starshine 2.

Antes que ello ocurra, un equipo de numerosos escolares, profesores y aficionados de todo el mundo que participan de este experimento, habrán observado diariamente los destellos del Starshine 3 informando por Internet de lo que vieron. En base a estas informaciones, los científicos del proyecto calculan el estado de la termosfera y el tiempo que le queda al satélite.