Fuente: Biblioteca John F. Kennedy

Se trata de la galaxia espiral ISOHDFS 27, una gigantesca galaxia ubicada a 6 mil millones de años luz de distancia. La luz que observamos salió de esa galaxia cuando el Universo tenía menos de la mitad de su edad actual. 

Esta galaxia fue descubierta mediante el ISO, Infrarred Space Observatory, de la Agencias Espacial Europea, que operó desde la órbita de la Tierra entre 1995 y 1998. Este observatorio, un refrigerador volante, que observaba en una frecuencia de la luz más allá de la luz visible, más allá del rojo, reveló a los científicos grandes cantidades de objetos que hasta ese momento se habían mantenido invisibles. Se trataba de galaxias y otros objetos que debido a que son arrastrados a gran velocidad por la expansión del Universo, tienen su luz muy corrida hacia el infrarrojo, debido al efecto Doppler.  

Luego fue observada por el Telescopio Espacial Hubble, de la NASA, en una de sus exploraciones en el hemisferio sur. Esta extraordinaria imagen, llamada Campo Profundo Sur del Hubble (HDFS en inglés) fue obtenida tras una exposición de 10 días del Hubble, apuntando a un mismo lugar, un área de pocas estrellas ubicada en la constelación de El Tucán, cerca del Polo Sur Celeste. A través de esta ventana de la Vía Láctea, se acumuló en la cámara del telescopio espacial la luz de lejanas galaxias, invisibles para otros telescopios. Una de éstas, era la galaxia descubierta por el ISO, pasó a llamarse entonces ISOHDFS 27. 

En septiembre de 1999 le tocó observarla a un grupo de astrónomos de la ESO, que observan objetos del HDFS, utilizando al VLT-Antu y el el ISAAC, un instrumento capaz de ver en luz infrarroja. El Antu es uno de los cuatro telescopios gigantes de cerro Paranal, ubicado en la Región de Antofagasta, comuna de Taltal. Aprovechando condiciones ideales de observación astronómica (seeing 0,2 arcseg), obtuvieron un espectro en infrarrojo donde se aprecia la rápida rotación de la galaxia, 415 km/segundo, tres veces la de una galaxia espiral normal, como la nuestra. Dimitra Rigopoulou del equipo ESO dijo: "No puedo creerlo, esta galaxia espiral es realmente masiva, tiene una masa estimada de 1 billón de soles y es cuatro veces mayor que nuestra Galaxia, perece ser la mayor galaxia espiral del Universo".  

Viajando a una velocidad de 36.000 km/hora, la Stardust pasó a 6.000 kilómetros de altura, sobre el Cabo de Buena Esperanza en África. Este sobrevuelo de su planeta materno tiene el objeto de reorientar la nave hacia su encuentro con el cometa Wild-2. Al que alcanzará en enero del año 2004, tres meses después del acercamiento del cometa al Sol, con el objeto de capturar muestras del material expulsado desde su núcleo cuando se recalienta, y traerlas a la Tierra dos años más tarde.  

El Dr. Don Brownlee, científico jefe de la misión, explicó que: "Los científicos creen que los cometas son montones de nieve de agua, gas carbónico y metano, mezclado con partículas de arena y compuestos orgánicos (con carbono), que se formaron junto con el Sol y los planetas, hace 4.500 millones de años atrás." De allí el interés en capturar material directamente salido del núcleo del cometa para estudiarlo en la Tierra. Esta es la primera misión donde una nave se cruzará a un cometa viniendo por detrás y recogerá muestras de partículas mediante una paletas recubiertas de una gelatina especial, las guardará en una cápsula de retorno y durante su próximo paso por la Tierra el 15 de enero del año 2006, las dejará caer en un paracaídas. 

La nave fue lanzada el 7 de febrero de 1999 y además de la misión descrita ya ha realizado varias observaciones en su primera órbita alrededor del Sol, recorrido que la llevó más allá de la órbita de Marte. Esta otra misión, que le da su nombre "Polvo Estelar", consiste en atrapar y medir partículas de polvo interestelar que se cuelan dentro del sistema solar, desde la dirección de la constelación de Sagitario, en cuya dirección está el centro de nuestra Galaxia. 

Para ello la nave lleva a bordo un analizador espectrómetro de masa, (CIDA), destinado a estudiar in situ las partículas que choquen contra la nave. Ya se ha informado de 5 impactos de partículas interestelares, que luego de ser analizadas durante el vuelo, mostraron un sorprendente resultado: "Se trata de partículas más parecidas al alquitrán que a minerales". Declaró el Dr. Franz R. Krueger del Instituto Max-Planck, es decir que desde las estrellas vecinas también nos llueve material orgánico.  

Estas partículas vienen lloviendo de las estrellas desde el comienzo del Sistema Solar. Otro físico alemán involucrado en el experimento el Dr. Kissel declaró: "Cuando estas partículas entraron en contacto con el agua líquida de la joven Tierra, pueden haber iniciado el tipo de reacciones químicas que son el prerequisito para el origen de la vida." 

Una de las cámaras de navegación de la Stardust comenzó a fallar hace un par de meses, tras dos años en el espacio, pero logró ser reparada con operaciones desde su Sala de Control en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de Pasadena, EEUU, durante el vuelo.