Pueden llegar a producir más gases de invernadero que una central termoeléctrica.
1.- ¿Producen energía límpia?
No. En el pasado se creía que las hidroeléctricas eran una solución limpia para proveernos de electricidad. Hoy se sabe que las centrales hidroeléctricas de embalse emiten, unas diez veces más gases de invernadero que cualquier central termoeléctrica, debido a que la putrefacción de bosque y del subsuelo inundados emite metano y CO2, y el metano tiene un efecto 100 veces mayor que el CO2 como gas de invernadero. Los randes embalses aceleran así de sobremanera el efecto invernadero. A esta situación hay que agregar la falta de esta vegetación en la renovación del oxígeno.
2.- ¿Producen energía renovable?
La renovabilidad de las centrales hidroeléctricas de embalse no es ilimitada. Cada represa requiere de una evaluación de su vida útil, ya que ésta depende de factores como el estancamiento de sedimentos que, a lo largo del tiempo, disminuyen el volumen de agua y con ello el volumen de generación. Además, el caudal de los ríos en el sur de Chile, ha sufrido en los últimos 20 años una fuerte tendencia a la baja (30%), hecho que se le atribuye al cambio climático. Entonces, se puede decir que, aunque por un periodo limitado de tiempo no hay que pagar combustible para la generación de energía, se limita la renovabilidad a un periodo de tiempo de entre 50 y 70 años.
3.- ¿Son sustentables y solucionan definitivamente el problema del abastecimiento?
No. Endesa calcula, para las centrales hidroeléctricas un promedio de vida útil de 50 años, lo que queda después, es un gigantesco pozo de sedimentos secos, que termina contaminando todo a su alrededor. Finalmente terminamos pagando con nuestro aire, suelo, bosque y agua, y también con nuestros intereses económicos (turismo, agricultura) el retardo, estimado en 50 años para aplicar las tecnologías verdaderamente renovables que podríamos comenzar a implementar desde ya.
No es necesario destruir nuestros valles de Aysén para generar electricidad para Santiago o las mineras extranjeras de Antofagasta, distante 3.500 kilómetros de las fuentes de energía, tampoco es preciso destruir a nuestro sustento económico y quitarle su propiedad a miles de personas afectadas por este megaproyecto.
Además, este tipo de proyectos constituyen una contradicción total frente a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Energía que propone diversificar tanto la matriz como los proveedores de energía y darle preferencia a las energías renovables.
Si revisamos el balance del año 2007 del Ministro de Energía Marcelo Tokman, vemos inmediatamente el grave problema que conlleva la energía hidroeléctrica: nos deja muy vulnerables frente a tiempos de sequía, más aún si consideramos que la tendencia general va hacia una disminución del caudal de nuestros ríos. Invertir en hidroeléctrica significa agravar el problema existente haciéndonos más vulnerables hacia la sequía y más dependientes de dos proveedores: Endesa y Colbún, instaurando un casi-monopolio de la generación electrica.
4.- ¿Son indispensables para el desarrollo?
No. Hoy existen otras formas de generar la energía requerida con mucho menos impacto y además agravan nuestra dependencia del factor climático. Incluso hay que decir que las centrales hidroeléctricas impiden el desarrollo del turismo enfocado en el turismo de naturaleza, de la agricultura y ganadería, obligando a miles de personas a abandonar sus campos y de la pesca por la destrucción de la calidad del agua (temperatura, oxigenación y sobresaturación).
5.- ¿Son baratas?
Aquí la gran pregunta es para quién. Son baratas para las empresas que las operan, porque nadie las obliga a responder por los costos generados por sus impactos ambientales que producen. Las personas no se encuentran protegidas y se pierden miles de puestos de trabajo relacionados con el turismo, agricultura, ganadería, acuicultura. El estado pierde las contribuciones en patentes e impuestos de estas actividades económicas, mientras que los dividendos de las hidroeléctricas y transmisoras de energía se van, en su gran mayoría, al extranjero. Nuestra experiencia nos enseña además que los bajos costos de producción ni siquiera se reflejan en el precio de mercado de la energía eléctrica.
6.- ¿Dan trabajo a la gente?
No. Tomando la experiencia no tan lejana de la central hidroeléctrica de Canutillar (Lago Chapo), se puede decir en resumidas cuentas que aumentaron los puestos de trabajo solamente durante la fase de construcción de la central y para la gente del sector solamente en labores básicas. Después de la construcción no quedaron ni siquiera estos puestos de trabajo. Incluso es muy poco probable que estos proyectos destruyan puesto de trabajo en turismo. En Aysén, por ejemplo, bajaron las reservas para esta temporada tan sólo con el rumor de que las represas eran cosa decidida.
7.- ¿No hay otra opción?
Si. Afortunadamente hay una serie de otras opciones, aunque en un país tan sísmico como Chile quisiéramos excluir la energía nuclear. Si en la actualidad la minería, especialmente la del cobre que al mismo tiempo es el consumidor número uno, producen grandes excedentes, ahora es el tiempo de invertir en energías renovables en las que Chile es tan rico: eólica, mareomotriz, minicentrales de pasada, geotermia, nuevas tecnologías en energía solar, etc.
8.- ¿No me incumbe?
Aunque no sea propietario u ocupante de un terreno afectado por los embalses no por la tala rasa de los troncales, estos proyectos sí afectan a todos en lo económico porque el turismo genera ingresos para todo el país y también nuestra calidad de vida porque nuestros ríos son verdaderas arterias de vida que juegan un papel importante en el desarrollo del clima. Como partes de nuestro medio ambiente, obviamente nos afectamos automáticamente por la destrucción de su suelo, agua y aire.
9.- ¿Ya es tarde para evitar que se construyan?
No es tarde. Hasta el momento no están ni siquiera los estudios de impacto ambiental aprobados. Y si ellos no son un mero trámite, estos proyectos con su tremendo impacto en el medio ambiente, la cultura y la sociedad no pueden ser aprobados.
La crecida del río Baker del 7 de Abril debido al súbito vaciado de un lago glaciar, cuyo caudal aumentó de 800 a 2.000 metros cúbicos por segundo, en pocas horas, debido al vaciamiento del lago glaciar Cachet 1 producto del calentamiento global, revela la inviabilidad de este proyecto. Estos fenómenos se volverán a repetir y pueden aumentar. De haber estado construida la represa, la repentina crecida podría haber desestabilizado la presa y generado el vaciado violento de sus aguas destruyendo el pueblo de Tortel. No hay que olvidar que esta es una región que aún está en formación geológica, aquí los glaciares, que ya desaparecieron de la mayor parte del resto de continente, continúan dándole forma a su geografía.
10.- ¿Nosotros no podemos hacer nada?
Al contrario: nosotros tenemos que hacer algo! Para rechazar estos proyecto necesitamos nada más ni nada menos que la presión de la ciudadanía y esto somos todos nosotros. Si deseamos preservar nuestro ambiente, nuestras fuentes de ingresos y todas nuestras proyecciones, tenemos que decir ¡No a las Represas!
En resumidas cuentas hay un engaño evidente al querer hacer pasar a las represas como fuentes de energía limpias y renovables: las represas hidroeléctricas son una opción que hace un grave daño económico, ambiental y social. Hay mejores opciones y recursos para evitar la construcción de megarepresas tanto en el sur como en el resto del territorio de Chile. No hay que dejarse engañar, es necesario actuar y manifestarse contra los mega proyectos hidroeléctricos en Chile.
Basado en un documento de Ecosistemas
No son tan limpias:
EL VERDADERO EFECTO DE LAS GRANDES REPRESAS HIDROELÉCTRICAS
La construcción de grandes represas se ha detenido en los países desarrollados, ahora la industria creada alrededor de ellas busca clientes en los países en desarrollo.
(21 Nov. 2006 GTM - CA)
Que las represas han impactado masiva y negativamente sobre la naturaleza y la sociedad, y que sus beneficios se han exagerado y podrían haberse alcanzado por otros medios menos destructivos y más equitativos, es el tema central del libro "Ríos Silenciados: ecología y política de las grandes represas", de Patrick McCully, presentado recientemente en Buenos Aires, en el marco de la conferencia internacional de las Naciones Unidas sobre cambio climático, en Julio de este año.
McCully nació en Irlanda del Norte y es licenciado en Arqueología y Antropología, Universidad de Nottingham. Está considerado la principal autoridad internacional del pensamiento alternativo a las grandes represas. La traducción al español y publicación de la edición actualizada y aumentada de "Ríos Silenciados" es de Proteger Ediciones.
En la introducción el autor señala que sus cuestionamientos a las grandes represas se entienden mejor ahora a la luz de la nueva información y los análisis disponibles, muchos de ellos provenientes de informes como el de 2000 de la Comisión Mundial de Represas (CMR), organismo creado tres años antes por iniciativa del Banco Mundial y la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
"La buena noticia es que los opositores están teniendo una influencia cada vez mayor -agrega. Gracias a sus esfuerzos, y debido al pésimo rendimiento de las represas y al simple hecho del agotamiento de los sitios de represa (los mejores sitios se están terminando), el índice de construcción de nuevas represas cae rápidamente en todo el mundo".
McCully observa también que cada vez es más difícil conseguir dinero, el financiamiento para estos grandes emprendimientos está disminuyendo. "El Banco Mundial, que por años fue el único y mayor patrocinador para la industria internacional de las represas, intenta alejarse de las críticas y actualmente subsidia menos de la mitad de las represas que en el momento de mayor auge", afirma.
Sin embargo, la industria sigue buscando justificativos para obtener subsidios públicos. El calentamiento global es uno de ellos. "Creen que la energía hidroeléctrica será reconocida como una tecnología amigable con el ambiente y recibirá créditos de carbono como parte de los mecanismos internacionales para el comercio de los derechos de emisión contemplados bajo el Protocolo de Kioto", dice McCully. Pero aclara que la ciencia no los favorece; nuevos estudios demuestran que las represas pueden emitir gases de efecto invernadero a niveles aún superiores a los de las plantas que utilizan combustibles fósiles.
Por otra parte, en los últimos años se han registrado importantes avances en energías alternativas como la solar, la eólica y en las células de combustible, con precios mucho más bajos y con mayor confiabilidad y eficiencia.
También se están reevaluando otros supuestos beneficios de las grandes represas, como el riego, el suministro de agua a áreas urbanas y el control de inundaciones.
NUEVOS ENFOQUES
Estos cuestionamientos se fueron reforzando a partir de nuevos datos difundidos por la CMR, que ha considerado también los impactos sociales negativos de las grandes represas, a las que señala como provocadoras de gran pobreza y sufrimiento económico de la gente que vive en los valles represados, la desintegración de sus comunidades y el aumento de los problemas mentales y físicos. Las represas obligan a grandes desplazamientos de estas poblaciones y en general las políticas de reasentamiento y los planes para restituir el sustento de la gente desplazada han fracasado.
La CMR también señala que el cambio climático está haciendo que se vuelva obsoleta una de las afirmaciones claves utilizadas en el planeamiento y en el diseño de las represas: que el pasado hidrológico constituye una guía confiable para el futuro hidrológico. Las represas existentes fueron construidas teniendo en cuenta un máximo de crecida que podría ocurrir en una cuenca, pero ahora los promedios máximos están variando y pueden exceder la capacidad de los aliviadores, advierte.
RIOS SILENCIADOS
Luego de revisar la historia y de sugerir alternativas, la CMR realiza recomendaciones para el futuro, que establecen un marco progresivo para la toma de decisiones, no sólo acerca de las represas sino también del planeamiento del agua y de la energía en general. Esas recomendaciones se basan en cinco valores esenciales:
1. Equidad en la distribución de los recursos y de los beneficios;
2. Sustentabilidad en el uso de los recursos básicos que se están agotando;
3. Apertura y participación en los procesos de toma de decisiones;
4. Eficiencia en la administración del desarrollo de infraestructuras;
5. Consideración hacia las generaciones presentes y futuras.
La CMR recomienda asimismo que los procesos de planeamiento deben tener en cuenta los derechos de todos aquellos afectados por los proyectos hídricos y energéticos, y considerar quiénes y hasta qué punto corren riesgos. Para ello promueve la participación activa de todos los sectores involucrados en la toma de decisiones y sostiene que ésta debe ir más allá de la mera consulta, poniendo énfasis en el concepto de negociación.
Tomado de http://www.litoral.com.ar
Documento: "Represas y Desarrollo: Un nuevo marco para la toma de decisiones".
Informe de la Comisión Mundial de Represas, resultado de un esfuerzo de política pública global sin precedentes, que logró reunir en un proceso a gobiernos, al sector privado y a la sociedad civil.
En abril de 1997, con el auspicio del Banco Mundial y de la Unión
Mundial para la Naturaleza (IUCN), representantes de distintos intereses
se reunieron en Gland, Suiza, para discutir cuestiones muy controvertidas
relacionadas con las grandes represas, a la luz de un reciente informe del
Banco Mundial. El taller de trabajo reunió a 39 participantes procedentes
de distintos gobiernos, el sector privado, instituciones financieras
internacionales, organizaciones de la sociedad civil y personas afectadas. Los resultados del estudio revelan el oculto impacto de estas megaconstrucciones en las comunidades locales y el ambiente natural.
(En Ecosistemas)
En Chile:
MUCHO VIENTO Y POCO COMPROMISO AMBIENTAL
El Gobierno chileno apuesta por las grandes centrales eléctricas.
(1 Agosto, 2006) Sólo 5 generadores eólicos instalados en todo el territorio nacional puede mostrar la Comisión Nacional de Energía (CNE) de Chile. El Gobierno muestra muy poco interés en desarrollar y utilizar Fuentes Renovables de Energía (FRE). Todo indica que Chile está al menos 15 años atrasado respecto al uso de energías renovables.
Es posible que algunos privados hayan instalados turbinas generadoras eólicas en sus sitios o haciendas, por lo que no aparecen en las estadísticas.
DEL SITIO DE LA CNE:
Por otro lado, el NREL desarrolló para CNE un mapa preliminar
del potencial eólico del archipiélago de Chiloé
orientado a la evaluación del recurso para aplicaciones rurales
no conectadas a red. Este mapa ha permitido elaborar una cartera
de proyectos híbridos Eólico - Diesel para abastecer
a más de 3100 familias distribuidas en 32 islas del Archipiélago.
A pesar de la escasa información disponible sobre el potencial
explotable del recurso, y dadas las características geográficas
de Chile, es posible identificar zonas que pueden contar con niveles
de viento que permitan su aprovechamiento fines de generación
eléctrica. Entre ellas están:
- Zona de Calama en la II Región y, eventualmente, otras
zonas altiplánicas.
- Sector costero y zonas de cerros de la IV Región y, eventualmente,
de las otras regiones del norte del país.
- Puntas que penetran al océano en la costa de la zona
norte y central.
- Islas esporádicas.
- Zonas costeras abiertas al océano y zonas abiertas hacia
las pampas patagónicas en las regiones XI y XII: Estas
últimas han demostrado tener un excelente recurso eólico.
Proyectos de generación con energía eólica
en operación
Proyectos conectados a sistemas eléctricos:
Imagen: Vista de la central eólica Alto Baguales, Coyhaique.
En la actualidad existe en operación en Chile uno de estos
proyectos: "Alto Baguales". Corresponde a un parque de
tres aerogeneradores (660 kW c/u) con una capacidad conjunta de
2 MW nominal. Se encuentra conectado desde noviembre de 2001 al
Sistema Eléctrico de Aysen, que atiende a 19.000 familias
de la XI Región del país. El propietario del proyecto
es la Empresa Eléctrica de Aysen. Cabe señalar que
tanto el elevado potencial del recurso eólico de la zona
posibilitó la materialización de este parque eólico.
Proyectos aislados de abastecimiento de pequeñas
localidades:
Imagen: Vista de generadores eólicos en Isla Tac.
Tanto como parte del Programa de Electrificación Rural como
motivados por algunas iniciativas privadas, de cooperación
internacional y/o de investigación académica, se han
materializado pequeños proyectos de generación eólica
en localidades rurales del país.
Desde un punto de vista de tamaño, el más relevante
es el Proyecto Piloto de Generación Eólica en la Isla
Tac, en el Archipiélago de Chiloé (X Región).
El proyecto se encuentra en operación desde octubre del 2000
y corresponde a un sistema híbrido eólico-diesel que
consta de dos aerogeneradores de 7.5 kw cada uno. Ha beneficiado
a 79 familias y a 3 centros comunitarios de la isla.
Fuente: COMISION NACIONAL DE ENERGIA, Agosto 2006