Las ONGs EJF y Greenpeace lanzan la primera base de datos global sobre pesqueros implicados en actividades ilegales. Los pesqueros piratas roban recursos de países pobres y amenazan la futura sustentabilidad de la pesca en el mundo.
(7 Marzo, 2007 Agencias-Terra Actualidad-Europa Press
-CA) La
Environmental Justice Foundation (EJF) y Greenpeace hicieron pública hoy la primera base de datos global sobre los buques pesqueros implicados en actividades ilegales, una información que, a juicio de la organización ecologista, permitirá hacer frente al problema de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
El año 2001 Greenpeace estimaba que habían por lo menos 1.300 barcos piratas de pesca industrial asolando los océanos y mares del planeta.
'La pesca pirata cuesta a los pescadores legítimos 9.000 millones de dólares (casi 6.900 millones de euros) cada año y tiene un impacto devastador sobre las poblaciones de peces y la biodiversidad de mares y océanos de todo el mundo', afirmó la organización en un comunicado.
Las Naciones Unides estiman que Somalía pierde unos US$300 millones y Guinea US$100 millones al año debido al robo de su pesca.
Los piratas modernos no usan la bandera con una calavera y tibias cruzadas, sino que se esconden tras banderas que no hacen preguntas sobre de dónde sacaron su pesca. Con sólo un click de un mouse de computador y apenas US$500, pueden comprar en Internet banderas de países como Malta, Panama, Bélice, Honduras, San Vincente y las Grenadinas.
Los gobiernos del mundo no sólo no persigen a estos bandidos del mar, sino que muchas veces permiten que la pesca baje a sus puertos, a pesar de los acuerdos internacionales, los compromisos y los planes. El botín es transferido a barcos factorías, mezclado con capturas legales y luego vendida a la luz del día en puertos como Las Palmas y Suva.
Los países víctimas son aquellos que no pueden hacer cumplir las leyes en sus aguas por falta de recursos, anarquía o corrupción. Pero los dueños y operadores son posibles de rastrear. Cerca de 80 países los acogen, incluyendo la Unión Europea, Taiwan, Panamá, Bálice y Honduras.
La acción internacional podría cerrar este tráfico, llamado Pesca Ilegal, No declarada y No reglamentada (IUU en inglés) o simplemente "Pesca Pirata", que se ha transformado en un fenómeno que amenaza el futuro de las pesquerías mundiales.
En momentos que el 75% de los stocks de pesca del mundo están sobre-explotados o reducidos al mínimo, las operaciones de la Pesca Pirata está robando de los océanos, haciéndo inútiles los esfuerzos de manejar las pesquerías en bases de sustentabilidad y provocando daños masivos a ecosistemas más ámplios.
Los gobiernos de paìses ricos y desarrollados han acordado colaborar, pero poco se ha llevado a la práctica. La EJF, trabajando con Greenpeace en el barco MV Esperanza de esta última organización es practicamente el único esfuerzo serio para detener el vergonzoso tráfico.
La base de datos de Greenpeace --disponible en http://blacklist.greenpeace.org-- fue presentada en la reunión del Comité de Pesca de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se reúne esta semana en Roma.
El objetivo es hacer públicos los nombres de los buques involucrados en lo que se conoce como 'pesca pirata' y denunciar la falta de acción por parte de los Gobiernos a la hora de prevenir estas actividades ilegales.
'El hecho de que Greenpeace haya publicado esta base de datos global de buques pesqueros involucrados en actividades ilegales es una muestra de la falta de acción por parte de la comunidad internacional a la hora de detener el pillaje de nuestros océanos', declaró Sari Tolvanen, de Greenpeace Internacional.
'Es necesario que un organismo internacional se ocupe de centralizar la información disponible sobre los buques pesqueros existentes, tanto con licencia para pescar como sin ella', prosiguió. 'Hasta que esto suceda, será muy difícil poner fin al saqueo sistemático de los recursos marinos', manifestó Tolvanen.
IMPACTOS DE LA PESCA PIRATA
Greenpeace también destaco hoy en la FAO los impactos especialmente severos de la pesca pirata sobre algunos de los países más pobres del planeta, como en el caso de los países de África occidental.
La falta de medios de estos países para patrullar sus aguas 'los convierte en presa fácil de las flotas que operan ilegalmente y sin respetar las normas de gestión de los recursos', denunció la organización, que estimó que el África subsahariana pierde 1.000 millones de dólares (más de 750 millones de euros) cada año debido a las actividades de estas flotas.
'Las medidas necesarias para erradicar el problema de la pesca ilegal son conocidas', declaró desde Roma un miembro de Greenpeace-España, Sebastián Losada. 'Son necesarias acciones concertadas a todos los niveles, desde la red en el agua a las estanterías de los supermercados', a fin de 'luchar contra flotas que están literalmente robando el alimento de algunas de las comunidades más pobres en el planeta y destruyendo nuestros ecosistemas marinos', añadió.
Los miembros de Greenpeace que acuden a la reunión de pesca de la FAO en Roma han reclamado a los Gobiernos que traduzcan los actuales planes de acción de carácter voluntario y las iniciativas internacionales en leyes de cumplimiento obligatorio. Igualmente, la organización ecologista ha demandado que las necesidades particulares de los países en vías de desarrollo sean tenidas en cuenta por la comunidad internacional.
Estas organizaciones han hecho un dramático llamado a los gobiernos a detener la Pesca Pirata, prohibiendo las banderas de conveniencia e impidiendo la entrada a las naves de pesca y aprovisionamiento. "Es un asunto de voluntad política hacer cumplir las leyes para proteger el ambiente marino y las comunidades que de él dependen" afirmaron.
