QUE HACER DURANTE UNA OLA DE CALOR
Se considera “ola de calor” a un período más largo de lo normal (de tres a seis días) con una media determinada de altas temperaturas y además cuando las mínimas nocturnas no descienden de alrededor de los 23ºC. Pero estas temperaturas medias son diferentes en cada lugar.
El calor y nuestro cuerpo
No es necesario llegar a los extremos de una ola de calor para que comiencen aproducirse efectos negativos en el cuerpo a causa de la pérdida de líquidos y sales minerales (cloro, potasio, sodio, etc.) necesarias para el organismo. Las dos consecuencias más habituales son el agotamiento y el golpe de calor o insolación.
Aunque no hayamos realizado grandes esfuerzos físicos, el calor ha estado actuando en nuestro organismo produciendo la típica fatiga. Este agotamiento por calor se caracteriza por cansancio, flacidez, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, pulso débil y rápido, respiración rápida y piel fría, pálida y húmeda.
La situación más grave para nuestro cuerpo se produce cuando esto se convierte en “golpe de calor o insolación” por haber estado expuestos al sol durante largo tiempo o realizar un esfuerzo físico prolongado perdiendo con ello líquidos de manera abundante. En este caso la la temperatura corporal puede llegar hasta los hasta 40ºC, la piel se nota seca y se percibe enrojecida y caliente. Otros síntomas son: dolor de cabeza, náuseas, somnolencia y sed intensa. Puede llevar a un estado de confusión, convulsiones y pérdida de conciencia. En estos casos se debe acudir al centro de asistencia médica más cercano.
La población con especial riesgo son los niños, las personas mayores de 75 años y las enfermos crónicos (diabetes, bronquitis, Alzheimer...).
Lo que se debe hacer durante una "ola de calor"
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- Evite salir al mediodía y busque la sombra si salimos.
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- Lleve ropa de colores claros y de tejidos naturales como algodón o lino. Cúbrase la cabeza con gorros o sombreros.
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- Evite que los rayos de sol entren en las viviendas mediante el uso de persianas y toldos, que reducen el calor en un 80%. Abra las ventanas durante la noche para refrescar la vivienda. Si no dispone de aire acondicionado, uilice ventiladores para regular la temperatura interior del casa.
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- Beba con regularidad agua, zumos o líquidos con sales minerales, aunque no sienta sed. Calcule uno o dos vasos cada hora. Si debe salir de su casa lleve una botella de agua consigo.
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- Humedézcase la cara e incluso la ropa para refrescar al cuerpo.
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- Preocúpese de los ancianos y enfermos, son más suceptibles a tener problemas durante el calor.
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- Vea que sus vecinos tomen precauciones. Tenga a mano los números de teléfonos de emergencia.
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- Provéase de una linterna y de baterías para el caso de un apagón.
Lo que se debe evitar
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- No lleve ropa ajustada.
- - No deje niños o animales en el interior de los coches en las horas de más calor, aunque piense que sólo serán unos minutos.
- - No ingiera bebidas alcohólicas. Las bebidas “refrescantes” de verano (cerveza con limón, tinto de verano, etc.) contribuyen a la deshidratación del cuerpo, pues reducen la producción de orina. Está demostrado que las bebidas con un contenido igual o mayor a un 4% de alcohol (la cerveza tienen un 4,5%) retrasan el proceso de recuperación por su efecto diurético.
- - Evite comidas calientes y abundantes, de digestión lenta. Se aconsejan las ensaladas, la fruta fresca, las verduras y todos aquellos alimentos que aporten líquidos y sales minerales.
- - Restrinja el consumo de bebidas muy azucaradas que producen más sed y aquellas con cafeína (café, té, colas...) porque aumentan la eliminación de líquidos.
- - Evite las quemadura solares, pues disminuyen la capacidad de la piel para mantener la humedad y temperatura.
- - Si padece alguna enfermedad que exige dieta con restricción de líquidos (epilepsia, enfermedades cardíacas, renales o del hígado) debe consultar al médico antes de aumentar la ingestión de líquidos.
Basado en un artículo de El Faro de Salou.