CON EL HERSCHEL DESNUDAN A LA ROSETA
Nuevos resultados del observatorio espacial, revelan como nacen las estrellas en le maternidad estelar de la nébula de la Roseta.
Nueva experiencia astronómica extrema:
(27 Abril 2009 ESA-CA) La visión infrarroja del observatorio espacial europeo Herschel ha revelado la formación de grandes estrellas hasta ahora ocultas en la nébula de la Roseta, cada una de las cuales tiene hasta diez veces la masa del Sol. Estas estrellas determinarán cómo se formará la próxima generación de estrellas dentro de la nebulosa.
Imagen: Nébula de la Roseta en infrarrojo, vista por el Herschel. ESA.
Ubicación
Ascensión recta: 6h 34' 20''
Declinación: +4° 7'
Longitud de onda: 70-250 micrometros
La Nube de Roseta o NGC 2237, se encuentra a unos 5,000 años luz de la Tierra, en plena Vía Láctea. Se ubica entre las estrellas Betelgeuse de Orión y Procyón del Can Menor. Está asociada a una nebulosa mayor que contiene suficiente polvo y gas como para generar 10,000 estrellas similares a nuestro Sol. Forma parte del Brazo de Perseo, que encierra el sector del Espolón de Orión, donde se encuentra nuestro Sol.
La nébula está asociada a un cúmulo de estrellas que son fáciles de ubicar con binoculares y telescopios pequeños. Es difícil observar la nube a simple vista, y para ello se requiera utilizar pocos aumentos y estar en un lugar muy oscuro.
Esta imagen del Herschel muestra la mitad de la nebulosa y prácticamente toda la nube de Roseta. Las estrellas masivas que alimentan a la nebulosa se encuentran a la derecha de la imagen, pero son invisibles en estas longitudes de onda. Los colores representan la temperatura a la que se encuentra el polvo de la nebulosa, que varía entre los -263° C (tan sólo 10° por encima del cero absoluto), en color rojo, y los 233°C, marcados con tonos azules.
Las manchas brillantes son los cúmulos de polvo en los que se ocultan las masivas protoestrellas. Estos cúmulos terminarán convirtiéndose en estrellas con una masa unas diez veces mayor que la de nuestro Sol. Los pequeños puntos cerca del centro de la imagen y en las regiones más rojas son las protoestrellas de menor masa, con un tamaño parecido al de nuestro Sol.
El observatorio espacial Herschel de la ESA recoge la luz infrarroja emitida por el polvo de la nebulosa. Esta imagen es la combinación de tres longitudes de onda de la banda del infrarrojo, codificadas en color azul, verde y rojo, ya que en realidad estas longitudes de onda son invisibles para el ojo humano. La imagen ha sido generada combinando las observaciones de los instrumentos PACS (Photoconductor Array Camera and Spectrometer) y SPIRE (Spectral and Photometric Imaging Receiver).
Herschel ha estudiado por primera vez estas jóvenes y masivas protoestrellas dentro del programa ‘Herschel imaging survey of OB Young Stellar objects’. Conocido como HOBYS, este estudio tiene como objetivo observar las jóvenes estrellas de clase OB, que darán lugar a las estrellas más brillantes y de mayor temperatura.
“Las regiones de formación de estrellas de gran masa son poco frecuentes y más lejanas que las de las estrellas de poca masa”, explica Frédérique Motte, del Laboratorio AIM París-Saclay, Francia. Los astrónomos han esperado un telescopio espacial como Herschel para poder estudiarlas por primera vez.
Es importante comprender el mecanismo de formación de estrellas de gran masa en nuestra Galaxia, ya que aportan tanta luz y otras formas de energía a la nube que las rodea que pueden desencadenar la formación de estrellas de nueva generación.